Algunas veces podemos encontrar en las noticias alguna
historia que nos devuelve la esperanza sobre lo que sucede en este mundo, lleno
de locos de atar, criminales, etc. En esas ocasiones podemos pensar, e incluso,
llegar a creer firmemente que aún existen las historias con finales felices y
que en medio del infortunio también encontramos la dicha.
Me refiero al reciente secuestro de Ángel y María, dos
españoles que permanecieron cautivos en manos de unos criminales colombianos.
Después de un mes de secuestro, finalmente fueron liberados y han podido volver
a sus vidas. Si bien, ambos no verán las cosas con los mismos ojos nunca más y
menos tras saber que se casarán.
Tras vivir una de las experiencias más extremas que pudieran
haber imaginado y salir con vida de ello la pareja se ha unido mucho más. Estos
dos españoles pueden contar por cuenta propia cómo no saber si iban a volver a
ver un nuevo día con total certeza les ha acercado de una forma que antes no
podían imaginar.
Según las declaraciones de ambos, vivir un secuestro juntos
los obligó a contar más que nunca antes el uno con el otro y, por lo tanto,
ahora se encuentran más unidos que en el pasado. La pareja estaba disfrutando
de unas vacaciones en Colombia cuando de pronto aparecieron los secuestradores,
identificándose como asaltantes en un principio.
Tras cambiar varias veces de ubicación, las autoridades
pudieron dar con el paradero de los dos españoles y fueron rescatados en el
tiempo de un mes. En ocasiones, este tipo de secuestros de extranjeros puede
alargarse durante mucho tiempo. Ser conscientes de esto también contribuyó a
que ambos se apoyasen mutuamente en más medida.
Este caso, al igual que muchos otros de los que se tiene
cuenta, ejemplifica la cruda realidad que se vive en esta zona de Sudamérica.
En Colombia y Venezuela la amenaza de los secuestros de turistas es alta. Por
ello, para disfrutar de unas vacaciones sin peligro es recomendable ser
aconsejado por algún conocido nativo de la zona que se visita.
Tras su vuelta en España, Ángel y María van a poder
reencontrarse con sus amigos y familiares. Tienen muchas cosas que contar y,
sin duda alguna, nunca habrán estado tan contentos de volver a estar en casa. Han
vivido una experiencia inolvidable que nadie querría experimentar en la vida.
Pero ya que ha sucedido, al menos han logrado sacar algo muy positivo de ello.
Se ha sabido, por sus declaraciones, que los captores no
eran en exceso agresivos con ellos – teniendo en cuenta la situación de la que
hablamos. Esperemos que más criminales tomen nota de ello y se den cuenta de
que no hace falta destrozar la vida a un par de turistas para conseguir algo de
dinero. Atentar contra la libertad de las personas o sus bienes personales ya
es suficientemente grave como para, además, atentar contra sus vidas.
¿Qué es la intangible vida de una persona comparada con todos los bienes materiales que puede poseer? Esta vez la historia ha tenido un final feliz. Esperemos que haya más de este estilo.
César P.
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