29 de agosto de 2013

Los ataques de las agencias de rating

Estas agencias son las encargadas de dictaminar acerca de la capacidad de un emisor de hacer frente a sus compromisos de pago o sobre la calidad y el riesgo de una emisión especifica de deuda. Para ello asignan una puntuación en forma de letra o número que sirve para reflejar la capacidad crediticia evaluada.

Son muchas las agencias de este tipo que existen a nivel mundial aunque son solo tres de ellas las que absorben la casi totalidad de la cuota de mercado: Moody’s, Standard&Poor’s y Fitch. Las tres sociedades son norteamericanas y privadas siendo un gran misterio conocer de donde procede el enorme poder que detentan en la actualidad. Lo lógico sería que fueran instituciones públicas las encargadas de conceder las calificaciones adecuadas.

Estas agencias de calificación pueden ser consideradas como las inductoras de la crisis que a comienzos de 2008 hizo tambalearse a la economía mundial. El gobierno de los Estados Unidos, después de investigar los motivos de la crisis, determino que los fallos de las agencias de rating fueron los engranajes esenciales en la maquinaria de destrucción financiera y herramientas clave en el caos que afecto a los mercados: los valores basura no se habrían comercializado y vendido si no hubieran tenido el sello de calificación crediticia que las agencias les habían otorgado.

Aunque se han presentado cargos civiles por fraude contra alguna de estas agencias, lo cierto es que hasta ahora han salido bien libradas de todos los pleitos y continúan actuando como si nada hubiera sucedido. A pesar de los errores cometidos y de la falta de ética que ha guiado a menudo su comportamiento, acumulan más poder que nunca, poder incluso cedido por las instituciones públicas como es el caso del Banco Central Europeo que está obligado por sus estatutos a comprar únicamente bonos calificados como de máxima solvencia por estas agencias.


El poder de las agencias está superando al de los Estados llegando incluso a atacar a Europa y a Estados Unidos. Este comportamiento obedece a una estrategia basada en el dicho de que la mejor defensa es un buen ataque. Tras las crisis, a las agencias les han llovido los contenciosos, bien es cierto, que más en Estados Unidos que en Europa, pero Europa es mucho más vulnerable. 

Las contradicciones de la Unión Monetaria dejan a los Estados miembros en una gran indefensión, sin moneda propia y sin un banco central que los respalde, situación que se agrava en aquellos países periféricos, como es el caso de España, donde a lo largo de los años se ha experimentado una mayor tasa de inflación y, por tanto, han perdido competitividad, que no pueden recuperar mediante una depreciación del tipo de cambio.

Lady Blu 

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