5 de abril de 2015

No hacer ejercicio pasa factura

Hace años practicaba deporte con mucha frecuencia. Nunca fui un deportista pero si me gustaba patear el balón cada vez que la ocasión se presentaba. Sin embargo, a lo largo de los años fui dejando de jugar al fútbol y cuando entré en la universidad dejé de hacer ejercicio habitualmente. Algunos años después, veo que esta decisión me ha pasado más factura de lo que imaginaba y me encuentro en la necesidad de retomar el ejercicio por mi bienestar.

Lo que más me preocupa ahora mismo es mejorar la condición de mi espalda, ya que el año pasado me hice una considerable contractura que sigue siendo mi azote. Esta semana santa he tenido mi penitencia particular en forma de dolor de espalda cuasi-permanente. A pesar de mis esfuerzos, no he conseguido deshacerme del dolor hasta hace poco, cuando ha tomado forma de molestia tolerable.

¿La receta del éxito? Nada fuera de lo común, lo primero que he hecho esta mañana han sido algunos estiramientos y ejercicios destinados a los grupos musculares que se encargan de mantener la postura adecuada. Hace unas semanas leí un artículo que detallaba estos ejercicios, basados en un manual de las fuerzas militares estadounidenses, gracias yanquis, os debo una.
Estiramientos y ejercicio. Paliar una contractura cervical y la sensación de mochila colgada no es tontería, ahora les tengo mucho respeto a los fisioterapeutas. Sin embargo, admito mi culpabilidad. Años de mala postura y muchas horas delante del ordenador me han causado un gran dolor en la espalda, literalmente. 

Después de intentar estiramientos, descanso y pastillas creo que la única verdadera solución al problema es estirar y hacer ejercicio. Una sola medida no basta para que esto se vaya.
Sin duda alguna, ahora me arrepiento de haber dejado de hacer deporte hace años, tal vez ahora no estaría en esta situación pero quién sabe. El problema al que me enfrento, sin embargo, me impide fortalecer los músculos de la espalda de forma inmediata, ya que podría causar más daño que bienestar. Creo que lo más adecuado es acudir a un fisio que me dé una buena paliza en la espalda y cuando tenga las fibras musculares en mejor estado probaré fortalecer esos grupos musculares.
Hasta entonces, sin embargo, estiramientos y ejercicio leve es la única medida que tengo para tirar pa lante

La verdad es que los dolores de espalda no son nada divertidos, debido a los grandes músculos que pueden estar involucrados – y de la zona afectada – hablamos de mucho dolor. Además, hablamos de un dolor que no se va con pastillitas, se necesitan relajantes musculares y yo me he negado a tirar por ese camino.

Por no mencionar que pocos médicos se molestan en recetar algo más que ibuprofeno. Eso sí, las cremas antiinflamatorias ayudan mucho con un buen masaje pero tampoco son la cura. Lo mejor es combinar varias medidas para combatir este malestar: masajes, descanso, estiramientos, ejercicio leve y un poco de paciencia, ya que es una proceso de recuperación que requiere tiempo. Mejor prevenir que curar, nunca mejor dicho: tolerancia cero con las malas posturas.

César P.

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