Se entiende por comercio electrónico
cualquier actividad de intercambio comercial cuyas transacciones básicas como,
pedidos, pagos y ordenes de entrega, se realizan electrónicamente. Estas
transacciones básicas requieren a su vez de soportes logísticos y
operacionales, así como de líneas de producción que, de muchas maneras, también
se apoyan en medios digitales.
Son muchas las grandes empresas
que han descubierto el potencial de este nuevo mercado y se han convertido en
pioneras a la hora de generar negocio a través de la venta de productos y
servicios a través de la red, tal es el caso de Amazon, Dell o Apple. Pero también
son muchos los comercios tradicionales que, hace algunos años veían las
iniciativas de los grandes como anecdóticas, idealistas, curiosas, absurdas o
simplemente inviables, ahora han descubierto que el comercio electrónico es una
realidad rentable que no está limitada a las grandes marcas nacionales o
internacionales.
La venta online juega un papel
esencial en la economía, facilitando el intercambio de información, bienes,
servicios y pagos. Durante estos procesos se crea valor económico para
compradores, vendedores, agentes y, por extensión, para la sociedad.
En estos últimos años, las
tiendas electrónicas han incrementado de forma espectacular el uso de tecnologías
de la información, mejorando drásticamente las funciones de unir a compradores
y vendedores en un mismo espacio virtual y la de facilitar el intercambio de
bienes y servicios porque han reducido significativamente el coste de ejecución
de estas funciones.
Cientos de millones de personas
en todo el mundo que navegan por Internet son compradores potenciales de los
bienes y servicios ofrecidos en la Red. Estos consumidores buscan generalmente
buenos precios, productos personalizados y productos que no pueden conseguir en
los mercados físicos de su localidad, región o país.
La mejor forma de llegar a estos
potenciales clientes es tener una tienda online, un sitio web que permita la transacción
de productos o servicios. Este sistema requiere de una serie de aplicaciones tecnológicas
que se incluyen en lo que denominamos plataforma de comercio electrónica.
Si bien, hace unos años el coste
de poner en marcha una tienda virtual era relativamente alto, a día de hoy
existen ofertas en el mercado a precios muy económicos. El vendedor ya no
necesita de grandes conocimientos informáticos ni de grandes inversiones para
poner en marcha su negocio. Plataformas como Webnode te ofrecen paquetes básicos
gratuitos si quieres probar antes de lanzarte a la aventura de montar tu propio
centro comercial. Esta empresa cuenta con varias versiones que se ajustan
perfectamente a las necesidades de cualquier emprendedor, desde la más básica que
es gratuita hasta una versión para grandes comercios a precios más que
competitivos.
Lady Blu
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