25 de junio de 2013

Multas a los padres de menores que se alcoholizan habitualmente

En España es habitual corregir un problema recurrente a base de multas o tasas que asusten a la gente. Es un ejemplo simple de condicionamiento hacia el ciudadano, en caso de que incumpla cierta norma hay un castigo. Qué mejor castigo que tener que pagar una cuantiosa multa, ¿verdad?


Esa parece ser la lógica de quienes diseñan estas cosas. Una nueva reforma en las leyes sugiere que los padres de menores que sufran intoxicaciones etílicas sean sancionados con multas. Lo mismo ocurrirá si los menores se emborrachan en la calle o en sus domicilios, siendo más severas las consecuencias en este último caso.

Pero, ¿esto corrige el problema o se limita a ser una medida recaudadora para las arcas públicas? Las asociaciones de padre han mostrado su rechazo con estas medidas y alegan que son solo una forma de recaudar dinero por parte de la administración. Añaden que no se trata de ninguna medida correctora de la situación y que esta no es la forma de solucionar el problema del consumo de alcohol por parte de menores de edad.

Empecemos con algunos datos en los que basarnos. La edad media de iniciación en el consumo de alcohol en España es de 13.7 años. Es decir, ni siquiera 14 sino que hay muchos menores que prueban el alcohol antes. Sobra recordar que la edad legal de consumo de alcohol es de 18 años. Luego, ¿qué está pasando?

Hay más de 4 años de diferencia entre la edad legal y la edad media real. ¿Cómo es posible? Al parecer, los mecanismos de control fallan. La venta de alcohol a menores está prohibida por ley pero cómo explicar la discrepancia entre edades de consumo sino aduciendo que, en contra de la ley, se vende alcohol a menores.

No creo que todos los menores que consuman alcohol tengan amigos mayores de edad que siempre les proporcionen las bebidas. Debe de haber muchos menores que consiguen, de alguna forma o algún lugar, comprar alcohol. El problema no es solo de los menores, sino de los adultos que amparan este comportamiento.

Los primeros culpables, y únicos, son los adultos que permiten y alientan esta situación. El consumo de alcohol está muy extendido en España, tanto así que los menores de edad buscan ser mayores de lo que son consumiendo alcohol. Esto tiene las consecuencias que podemos esperar, pues unos menores bebiendo bebidas alcohólicas pueden acabar en muy malas condiciones.

Por ello, y lamentablemente, es un hecho que cada fin de semana llegan varios menores a cada uno de los hospitales del país por intoxicaciones. ¿De quién es la culpa? ¿Se resuelve con multas? Una vez más la clave es la gran olvidada en España, la educación.


Educación para los menores en comportamientos responsables y para los padres, pues deben saber velar por el bien de sus hijos. También se debe educar a los vendedores de bebidas alcohólicas y a la sociedad en general, para que no permita ni ampare este tipo de comportamientos. 

Los menores son el futuro de España, ¿qué nos espera si van por allí bebiendo en  vez de hacer lo que deben hacer…? Sí, hablo de estudiar de nuevo.

César P.

No hay comentarios :

Publicar un comentario