25 de julio de 2013

Las remesas hacia el extranjero caen desde hace meses

La crisis ha arremetido con fuerza sobre algunos colectivos más que otros, si bien ha golpeado en gran medida a todos de forma casi independiente de su ocupación, origen, estudios, etc. Lo que queda claro es que algunos se han visto más afectados o han acabado en una situación de mayor vulnerabilidad.

Uno de estos colectivos con poca capacidad de respuesta ante la crisis son los inmigrantes. En resumidas cuentas, estas personas vinieron a España – muchas veces dejando a su familia en sus países de origen – para aprovechar la abundancia de trabajo que antaño ostentaba este país.

Pero claro, una vez perdido su puesto de trabajo y con la gran dificultad que hay existe actualmente para encontrar uno no es de sorprender que éste sea uno de los colectivos más vulnerables ante la crisis. Hay varios factores que influyen en la situación de un inmigrante en paro.

Por lo general, un inmigrante viene con estudios – universitarios o no – que no le permiten desempeñar su profesión en España (por motivos de convalidaciones, validez, compatibilidad, etc). Por lo tanto, debe desempeñar otros trabajos, que posiblemente no tengan nada que ver con su profesión.

Los sectores que más puestos de trabajo generaban hace unos años ahora contratan menos, a saber, construcción, hostelería, etc. La situación actual obliga a las personas a aceptar contratos denominados basura, es decir, de poca calidad y precarios. La vulnerabilidad del colectivo inmigrante radica en la poca capacidad de respuesta ante esta situación.

Pongamos un ejemplo clarificador. Un ciudadano español cuenta con la ayuda de su familia antes en caso de quedarse en paro, lo cual puede ayudarle a salir del bache en unos meses. Sin embargo, los inmigrantes cuyas familias están en gran medida o al completo en sus países de origen no cuentan con este tipo de ayudas.

Así, es más difícil para los extranjeros hacer frente a los vaivenes de la economía actual. Un día se tiene trabajo, al otro no, las horas que se trabaja no están muy acorde con el sueldo, etc. Los contratos indefinidos son más raros cada día y cada vez se restringe más a los trabajadores. Eso sí, se facilita el despido por parte de los empresarios…

Para añadir un poco más de presión a este panorama tengamos en cuenta que muchos inmigrantes vinieron a España para apoyar económicamente a sus familias, lo cual realizan por medio de las remesas que envían a sus países. La cantidad y la cuantía de las mismas han caído y sigue cayendo en los últimos meses.

Antes era habitual pasar por uno de estos establecimientos y ver que había gente dentro. Ahora están más desiertos que nunca. Se ve a una persona si acaso y ya no hay colas ni varias ventanillas atendiendo a los que envían las remesas. Tal es la situación que algunos bancos sudamericanos han empezado a ofrecer seguros y facilidades para la repatriación de los inmigrantes que quieran volver a su país.


Si bien hay ayudas, y siempre las ha habido, específicas para los inmigrantes, en algunos casos están no subsanan la precariedad de su situación y éstos optan por dejar España. Este fenómeno de repatriación ha aumentado en los últimos años. También se van los jóvenes. ¿Quién estará en este país cuando la crisis se haya ido?

César P.

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