4 de diciembre de 2014

Llegó la Navidad de 2014


¡Llegó la Navidad otra vez! Y este año parece, como de costumbre, que ha llegado antes que el año anterior. Apenas unos días después de Halloween ya se veía en algunos lugares un amago de decoración navideña. Una o dos semanas después del día de lo muertos ya podíamos ver como se empezaba a colocar la iluminación en la calles principales. Ahora, a primeros de diciembre, la navidad está en todas partes. En Madrid, hace un mes que es navidad, a pesar de que quedan no menos de tres largas semanas para que llegue el ansiado día.

La navidad se nota. Es por excelencia el periodo del año que más asco da en la capital. No solo todos los lugares están repletos de gente sino que tienes que hacer planes con antelación, comprar lo que quieras con mucho margen o sino darte por vencido de que queden existencias y resignarte, en ocasiones, a no poder hacer tu rutina como siempre. Así es la navidad, muy bonita por fuera, muy brillante de lejos pero un cúmulo nauseabundo de personas de cerca. El centro se transforma en el recorrido favorito de la procesión de los zombies compralo-todo. En su mente solo resuena un pensamiento: comprar, comprar y comprar.

Los bares, restaurantes y cafeterías rebozan comidas y cenas de empresas, de amigos, de familias, etc. Apenas queda espacio vital en la mayoría de los sitios que molan. Si quieres tener sitio con los amigos en un restaurante, mejor que reserves o ya puedes olvidarte. Esto mata la improvisación con escopeta de perdigones y a bocajarro. La navidad de ensueño pocas veces existe a menos que seas lo suficientemente previsor, y servidor no lo es. Los zombies devora-todo campan por todas partes a sus anchas, el caso es comer y mucho, no importa el qué o dónde, comer, comer y comer.

Hay que hacer regalos. Regalos a los padres, al novio o novia, a los amigos, a las amigas, al conocido, al vecino, al perro, ¡no nos olvidemos del pobre perro que es navidad y el lo sabe! ¿Falta alguien? Mirad la agenda, ¡rápido! No vaya a ser que falte alguien y quedemos mal ante la gente, hay que regalar. Los zombies regala-regalos-a-todo-el-mundo hacen de las suyas en estas fechas y son muy cansinos. Los puedes identificar fácilmente, son los que te restriegan por la cara cuantos regalos hacen y llevan la cuenta. Solo hablan de ese tema y sufren si les falta un regalo por hacer, ¡qué buenos son! Regalar, regalar y regalar.

La navidad es una fecha para sacar lo mejor de nosotros, en teoría. Sin embargo, creo que muchas veces acaba sacando lo peor. Empujones, faltas de respeto, robos, hurtos, y un largo etc. La cordialidad desparece en los tumultos, las prisas ahogan la felicidad, los “yo tengo que” y “hay que” matan las ganas de disfrutar algo. El ejemplo máxime de todo esto son las cenas de Nochebuena, momento álgido de la navidad donde todo lo anterior converge y, a veces, converge tanto que revienta por algún lugar cual bomba de relojería que explota inevitablemente. No olvidemos disfrutar de estas fechas.

César P.

No hay comentarios :

Publicar un comentario