16 de febrero de 2015

Habemus nuevo teclado


Por fin, después de meses con el deseo en mente, me he hecho con un teclado nuevo. Tiene delito, puesto que paso por delante de varias tiendas de electrónica a diario. Sin embargo, cuando tengo tiempo no me acuerdo y cuando no lo tengo, sí. Y así, erre que erre, me ha llevado cerca de medio año comprar otro teclado. Más delito tiene esto, si cabe, considerando que escribo mucho, largo y tendido en ordenador. Como dice el refrán, en casa de herrero cuchillo de palo.

Pronto me desharé de mi viejo teclado inalámbrico cuya tecla E ya casi brillaba por su ausencia. El humilde teclado de marca blanca ha estado conmigo durante varios años a lo largo de los cuales le he metido una caña que no es baladí. Su declive llegó después de largas horas jugando online, ya que cuando se juega se aporrea el teclado, mientras que cuando se escribe el contacto es más parecido a acariciar las teclas con delicadeza, como si colocásemos los caracteres suavemente delante de nuestros ojos. La zona más tocada después de meses batallando en internet eran las teclas más utilizadas para los atajos del juego, QWER y ASDF.

Por primera vez, estoy probando un teclado ergonómico, que si bien no es del todo ergonómico si imita la forma básica de este tipo de teclados. Lo que me parece curioso es que algunas teclas con más grandes que otras, debido a la disposición circular de las mismas. La ligera curvatura permite mantener la disposición natural de las manos en gran medida, minimizando el dolor de manos que puede aparecer tras horas de mecanografía. Creo que de alguna manera mis manos y muñecas me lo agradecerán con el paso del tiempo.

El único problema es que la enorme mayoría de teclado que, como éste, tienen botones de acceso directo a ciertas funciones pero que funcionan en Windows por defecto. Digo que es un problema porque el ordenador que uso para escribir usa Linux, reduciendo la funcionalidad de las teclas especiales notablemente. No deja de hacerme gracia el hecho de que la tecla de Windows funcione en Linux, ironías de la informática, supongo.

Supongo que si trasteo un poco configurando las funciones de las teclas especiales podré asegurar la completa funcionalidad de mi nuevo teclado. Porque eso sí, puede que haya problemas para hacer funcionar las cosas en Linux pero personalización sobra por doquier, no como en el SO de Microsoft. Las pruebas iniciales son prometedoras, todo indica que este teclado me permitirá escribir más cómodamente por mucho tiempo. Ahora que tengo las herramientas, solo hace falta ponerme a ello, hasta que salga humo del teclado. No puede ser tan difícil... ¿no?

César P.

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