7 de julio de 2015

Las series españolas tienen su gancho

He devorado series durante años pero nunca he sido fan de ninguna producción española para la pequeña pantalla. Salvo algunas excepciones, como Aquí no hay quien viva, serie de la cual llegué a saberme todos los capítulos y que ha aparecido durante años casi a todas horas. Su relevo, La que se avecina, también tuvo su tirón pero es innegable que en las últimas temporadas la gracia la han perdido un poco. Si bien tiene algo de gracia en la actualidad, ya no es nada desternillante salvo momentos puntuales. Las bromas se desgastan después de varias temporadas.

Las series españolas tienen su puntillo pero es difícil encontrar alguna que sea muy buena en todos los frentes. Si los actores están bien, la historia es un poco muermo y viceversa. Algunos tal vez crean que El Príncipe lo tiene todo pero la trama es cansina, por lo demás, sí, está muy bien. Los actores, el presupuesto, los escenarios, etc. La realidad es que todas las series nacionales adolecen de algún punto flaco. Por ejemplo, el Águila Roja debería catalogarse como ciencia ficción, como poco. Sin embargo, tiene mucho gancho y aunque la historia es irreal cuando consigues hacer la vista gorda te lo pasas bien. Entretenimiento simple.

Hace poco, descubrí Ángel o Demonio, una serie de hace unos años que trata de la historia de seres iluminados o malignos, como explica el nombre, que están infiltrados entre los humanos para influencia positiva o negativamente. Es una seria modesta que cuenta una historia realmente fantástica, lástima que no duró mucho. En ese caso, según mi perspectiva, la historia podría haber dado mucho más. Lo habitual es que las series españolas sean taciturnas y aburridas, intentan contar historias demasiado serias que a mí me cansinan el alma. Prefiero las series americanas por ese motivo.


Me han dicho incontables veces que 7 Vidas está muy bien y que debería verla pero aún no me he puesto a ello. En realidad, desde hace unos meses que no tengo ni el tiempo ni la costumbre de ver series en absoluto. He perdido parte de mi lado cinéfilo en casa pero lo he reemplazado parcialmente con el cine. Ahora voy a ver películas a la gran pantalla con mucha frecuencia, es rara la semana que no me pase en el día del espectador para ver algo que esté de moda. Aunque el cine no es barato, si vas el día adecuado se nota mucho.

César P.

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