11 de octubre de 2015

Matando moscas con el rabo


A menos que haya entendido mal este dicho, quieres decir que incluso cuando no tienes nada que hacer, acabas haciendo algo. Es más, la única forma de no hacer nada es dejar de respirar, ¿no? E incluso así acabarías haciendo algo: alimentar a incontables bichos... Bueno, no nos pasemos con las extrapolaciones, lo que quiero decir es que ya que elegimos hacer cosas en todo momento cuando estamos en activo, ¿por qué evitamos dedicarnos a algo productivo con tanta frecuencia? Es decir, ¿nuestro cerebro nos predispone a perder el tiempo o qué diablos pasa?

Creo que esto es un asunto de crucial importancia que debemos aprender a gestionar cuando somos jóvenes, precisamente en la adolescencia. De otra forma, resulta muy complicado tener hábitos compatibles con la eficacia en ámbitos laborables o educativos. Máxime hoy en día, ya que contamos con innumerables distracciones que nos desvían del camino adecuado. Hay que mantener no solo el ordenador lejos si queremos centrarnos en una tarea que requiere concentración sino el móvil, la tablet, etc.

Hoy en día hay más elementos que sirven de distracción a nuestro alrededor. Por lo tanto, es más fácil caer en la tentación de no aprovechar cada segundo al máximo en algo productivo. ¿Cómo podemos combatir este fenómeno? Resulta complicado a más no poder puesto que incluso empezando a hacer algo que vale la pena como consultar información en la wiki puede acabar siendo nuestra perdición. ¿A nadie más se le han ido las horas del día leyendo esa enciclopedia interminable del saber humano presentada adecuadamente en páginas con enlaces que llevan a más páginas... ?

Bueno, ahora que he aceptado el reto 50 en 52 estoy que no doy abasto a mis ojos. Creo sinceramente que leer medio centenar de libros de filosofía va a aumentar mis problemas de visión en al menos una dioptría a lo largo del próximo año. En previsión de ello, debería hacerme con unas gafas de lectura. Por ahora no sé si voy a buen ritmo pero estoy enganchado al primer libraco de la colección, tres obras del bigotes, digo, Nietzsche. La frase del día – en las pocas horas que llevo despierto – es: Ernst ist das Leben, heiter die Kunst [Seria es la vida, alegre el arte], la cual... viene a decir algo sobre cómo ve la vida un artista... bueno, es una contraposición tipo claroscuro que puede encajarse en cierto contexto con la tragedia helena.

César P. 

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