5 de noviembre de 2015

El veredicto de los padres de Asunta

Después de uno de los juicios más mediáticos de los últimos años, Rosario Porto y Alfonso Basterra han sido condenados por el jurado popular que fue elegido para determinar el veredicto, el cual fue ha sido unánime. Pero aún está por llegar la condena por parte del juzgado. La fiscalía ha pedido la condena máxima, 20 años de cárcel para cada uno de ellos. Sin embargo, no es seguro todavía que esta sea la condena que les caiga a estos dos coautores ya que los abogados de la defensa alegan que agotarán todas las instancias para absolver a sus clientes.

Resulta increíble pensar que unos padres adoptivos hayan acabado asesinando a la hija que ellos decidieron incorporar a su familia unos años antes. ¿Cómo puede cambiar la mente humana del amor al odio de esta forma? O sea, sí, todos decimos cosas como “si no te callas te mato” o “como hagas esto te corto…” pero del dicho al hecho. Ya sabéis, perro ladrador nada mordedor y esas cosas. Pero, ¿de ahí a verdaderamente conspirar para atentar contra una persona? Lo que es más, contra una menor cuya única preocupación era vivir la vida.

Este tipo de cosas me hacen pensar que el mundo en el que vivimos está un poco podrido. La volatilidad de las emociones a veces no justifica algunas cosas, como en este caso. No hablamos de ningún arrebato de locura, hablamos de premeditación. Se trata de un acuerdo macabro entre dos colgados que por algún motivo querían deshacerse de su hija adoptiva y lo consiguieron. No entiendo cómo se puede torcer tanto una persona. Aún peor, dos personas a cargo de una menor que tuvo la mala suerte de cruzarse por sus vidas.


Por su parte, el jurado popular se ha tomado su tiempo para llegar a un veredicto. Algo que tampoco entiendo porque las pruebas señalaban unívocamente y estaba más claro que el agua por mucho que la defensa dijera misa. Pero bueno, con esto de que hay que ser “objetivo” y “justo”. Creo que no hay justicia que valga en ciertas ocasiones, ya que esta niña ha sido asesinada y no se la puede devolver a la vida. Da igual lo que se haga pagar a los padres, es irreversible. El mal ya está hecho, lo mejor sería encerrarlos en una celda y arrojar la llave pero como no se puede vulnerar sus derechos… encima hay que mantenerlos desperdiciando el aire que otros pueden aprovechar.

César P.

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