Resulta que el móvil
ahora te avisa cuando un trayecto tiene retenciones. El móvil es un buen
colega, te indica que huyas cuando aún puedes – si es que puedes – o que te
armes de valor y cojas los avituallamientos pertinentes para la odisea. El otro
día comprobé este asunto cuando me dispuse a volver a casa desde un sitio que
está a no más de 12 minutos de nada en coche con tráfico fluido, incluso 10
minutos si pillas semáforos en verde. Tardé lo menos una media hora tonta.
Atasco para entrar en la M-40, atasco para cambiar a la M-11, atasco para salir
de la A-2, atasco para entrar y salir de la salida, retención a discreción,
atasco en las glorietas de mi barrio y, la guinda del pastel, no había hueco
para aparcar así que puse el ‘apatrullando la ciudad.
Descarado. Más vale que
inventen el coche volador de una buena vez para que los atascos se los coman
los pringados que vuelen. Así los que preferimos reptar sobre la tierra
tendremos más vía libre. Ahora volviendo a la realidad, no sé qué pasa en
algunos horarios que se vuelve imposible maniobrar sobre cuatro ruedas. Es una
cosa completamente espantosa que te drena minutos preciosos de vida. Más te
vale salir con tiempo o no coger el coche en absoluto. El problema es que me
muevo mucho en bus desde mi casa y lo mismo me da que haya atasco, me pilla
igual pero no conduzco yo, eso que gano.
La única forma de evitar
todo este rollazo es ir hasta el metro más cercano y cogerlo allí. Sin embargo,
tengo una media hora corta hasta uno y unos 35 minutos hasta otro. Vamos, que
más me vale salir con tiempo. En ocasiones, el bus pilla un atasco que el
remedio es casi peor que la enfermedad misma. Luego, toca joderse y aguantarse.
Y más vale salir con tiempo. Recuerdo con un asco tremendo que la semana pasada
me tocó aguantar unos 40 minutazos de atasco del bueno un día. Así de buen
rollo, atasco de los tochos para el cuerpo.
La gente ya se reía por
no llorar. Sobra decir que todos llegamos tarde, incluso aquellos que no iban a
ningún sitio con hora ni tenían que hacer nada “relevante” aquella tarde del
viernes. Tarde también. Eso fue una cosa apoteósica, el mismo conductor estaba
ya más perdido que Wally en medio del Calderón. Vale, no hacía falta pero
pedazo de chistazo, ¿eh? ¿Cómo? ¿No lo has pillado? Verás, Wally va de
rojiblanco y…
No me extraña que la DGT
se haya puesto pesada con lo de que cojamos la bici. ¡Ja!, en Madrid. A tiempos
difíciles, medidas desesperadas, como se suele decir. Lo próximo será una
campaña que promueva el uso de scooter de críos o algo, que ocupan menos que
las bicis. Eso sí, con casco reglamentario por favor.
César P.
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