Poniendo a prueba mi paciencia: Vodafone.

Inicio aquí un tema que hace tiempo quería sacar a la palestra, y es lo desquiciante que resulta intentar hacer alguna gestión con tu compañía de teléfono móvil o internet. Este primer episodio se lo quiero dedicar a mi querida Vodafone.

Yo era cliente de Vodafone desde hacía unos cuantos años, y mi impresión general era buena, no había tenido demasiados problemas con ellos, hasta que los tuve.

Con motivo de mi reciente actividad empresarial, necesité dar de alta unas cuantas líneas, casi podría contar una historia diferente de cada una de ellas, pero haré un resumen de las que me parecieron más escandalosas.
- La que se llevó la palma, fue el día que al intentar recibir una llamada, salía otra persona, y es que, algún iluminado, había asignado mi línea a un nuevo cliente, línea que nunca recuperé; tras varios días de llamadas a atención al cliente, me dieron otra con un número distinto. Afortunadamente no me provocó mucho perjuicio, pero imaginaos que asignan vuestro número de siempre a otra persona, los daños a vuestra vida social y laboral serían bastante serios, y si encima el que os causa esos daños, se desentiende... pues eso hizo Vodafone conmigo, no está mal para empezar.

En el siguiente capítulo, más aventuras con mi operadora de telefonía móvil favorita.


Rubén.