7 de enero de 2013

Los bancos, los nuevos trileros.

Últimamente, cada vez que voy a BBVA me siento así:


Venga, ponga su dinero aquí, es muy fácil ganar, firme, ahora, un movimiento de manos, y ¡oh!, lo siento, ha perdido, olvidé decirle las normas más importantes, más suerte para la próxima vez.

Y es que tengo la impresión de que cada vez que me despisto, me la clavan. Es una lástima, que alguien que te tiene que dar un servicio, solamente se dedique a intentar aprovecharse de ti, pero no sólo eso, sino que si te das cuenta,  se limitan a decirte que saben que te están engañando, pero que ya lo has firmado. Algo así, como si vas a un restaurante, te sacan comida en mal estado y cuando reclamas,  te dicen que ya la has pedido y te la tienes que comer. 

Según mi experiencia, BBVA es eso, un pésimo restaurante al que no pienso volver, no me gusta que me obliguen a comer comida podrida.

Rubén.

No hay comentarios :

Publicar un comentario