Hoy es una fecha histórica para nuestro sistema financiero, el Tribunal Supremo ha contestado a la solicitud de aclaración de su sentencia sobre las claúsulas suelo y lo ha dejado bien clarito: dichas claúsulas son nulas si hubo falta de transparencia, y tratándose de los bancos, la falta de transparencia es una práctica habitual.
Personalmente estoy muy contento, no solamente por el dinero que me voy a ahorrar cada mes, sino porque significa que por fin se hace algo de justicia y se les da una colleja, aunque sea pequeña, a algunas entidades que han engañado y estafado a sus clientes con total impunidad.
Espero que esto sirva para bajar los humos un poco al director de mi oficina de BBVA.
Ahora queda reclamar las cantidades cobradas de más durante estos años atrás, ya que si bien la sentencia no implica la devolución de éstas, tampoco dice que no se puedan reclamar, y lo legal, sería que se devolvieran, porque si una claúsula es nula, a todos los efectos es como si nunca hubiera existido, aunque me temo, visto lo visto, que nos va a tocar volver a pelearnos con el gabinete jurídico de mi adorado banco.
Por supuesto, ahora toca reclamar la cuota segura, otra estafa más de mi amada entidad financiera; la pena es que lo que me gustaría, que es ver en la cárcel al empleado que me la vendió, va a ser difícil.
En todo caso, hoy es un gran día y debemos celebrarlo.
Rubén.
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