23 de junio de 2013

La marea blanca llega a la capital

Hoy podemos ver en la televisión a la marea blanca manifestándose contra las reformas en el sector de la sanidad. Al mismo tiempo, los políticos se muestran indiferentes al descontento de la gente, incluso hay quienes han retado a los manifestantes a asistir con frases como a ver cuántos van…


Por un lado, vemos a la gente quejarse por las medidas que los políticos quieren tomar. Por otro, los políticos parecen seguir sus propios ideales, no dando su brazo a torcer. Y yo me pregunto, ¿no sé supone que estos señores gobernantes están en sus respectivos cargos para escuchar al pueblo y decidir en diálogo lo mejor para todos?

Pensaba que de eso iba la democracia pero o bien tengo un problema de entendimiento o bien lo que ocurre en España no es una democracia. Cada vez que tengo un problema con un término hago lo mismo: consulto al diccionario. Según Wikipedia, cuya definición me parece adecuada en este contexto, tenemos lo siguiente:

Democracia es una forma de organización social que atribuye la titularidad del poder al conjunto de la sociedad. En sentido estricto, la democracia es una forma de organización del Estado en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus representantes. En sentido amplio, democracia es una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales.

Es decir, o yo he olvidado lo que significan las palabras o es el pueblo quien ostenta el poder de forma directa o indirecta (según los mecanismos en uso). Pero, en última instancia, es el pueblo quien tiene la autoridad, luego, es quien decide. Entonces, me vuelvo a preguntar ¿qué pasa en España?

Resumamos la historia de forma muy simple a ver si lo entendemos todos. El Gobierno tiene un plan de acción (reformas). Los da a conocer. La gente no está de acuerdo, sale a la calle a manifestar su desacuerdo. Aplicando la definición de democracia concluiríamos que el Gobierno debe replantear sus medidas siendo este el caso, pues el pueblo tiene la autoridad.

Sin embargo, lo que vemos es bien distinto. Estamos presenciando cómo los gobernantes siguen con sus planes, una y otra vez, a pesar de las protestas, manifestaciones, quejas, revueltas, scratches (españolizado algo así como escraches), etc. Al parecer, por muy en desacuerdo que esté el pueblo el Gobierno sigue en su plan de acción sin desviaciones.

Usando las dos premisas anteriores, a saber, la definición de democracia y la situación actual, debemos concluir que lo que hay en España actualmente no es democracia. Aunque se parezca, aunque la gente diga que lo es, aunque los políticos proclamen a los cuatro vientos que es una democracia.

Debemos concluir, por lo tanto, que actualmente los gobernantes usan un sistema democrático en sus mecanismos para llevar a cabo sus propios planes moviéndose por los intereses que tienen, sean los que sean. Ahora, me pregunto… ¿esta situación actual nos lleva inexorablemente a un estado mejor para todos el país? Si la respuesta no es afirmativa tenemos mucho de qué preocuparnos.

César P.

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