Hace años, no
muchos pero ya unos cuantos, que aparecieron los móviles inteligentes,
conocidos como smartphones, por su
nombre en inglés. Estos terminales se caracterizan por tener pantallas táctiles
y tantas funciones que uno hasta llega a sorprenderse de que también sirvan para
llamar. Actualmente, estos teléfonos tienen cámaras de alta definición,
conexión de alta velocidad a internet, y muchas cosas más.
Estos aparatos
han mejorado mucho en muy poco tiempo, tanto que ya no se parecen a los móviles
que veíamos en las tiendas hace unos años. Los smartphones de última generación
ostentan pantallas que parecen televisores LCD, memorias de GBs y están más
enganchados a internet que nosotros. Son aparatos que no se podían imaginar en
la década pasada.
Al estar
conectados todo el tiempo consumen datos vorazmente y, en ocasiones, parecen
saber mejor que nosotros lo que queremos. Ejemplo de ello son las aplicaciones
que usan nuestra ubicación para hacernos recomendaciones. El otro día, algunas
de estas aplicaciones (Google Local, Maps, etc) me recomendaron tantos sitios
para comer cerca como lugares por los que había pasado.
Ahora, con la
llegada del 4G a España es posible ver vídeos en HD online y trabajar en Cloud
(en la nube), es decir, actualizando archivos en tiempo real, etc. Estas tareas
solo eran posibles en los ordenadores y con conexiones por cable o WIFI, hasta
ahora. La nueva generación de red móvil y los smartphones de último modelo dan
lugar a muchas nuevas posibilidades. Cada vez estamos más cerca de llevar un
auténtico ordenador en el bolsillo, con solo unos gramos de peso.
La potencia de
los smartphones se equipara a los PCs para muchas tareas: desde responder y
redactar emails hasta ver películas. Es posible estar igual de conectado desde
el móvil que desde el ordenador, o incluso más desde el primero, pues siempre
está a mano. También podemos hacer cosas que hasta hace poco solo se concebían
en un ordenador de mesa o portátil, como ver stream (vídeos en directo) o jugar
a videojuegos en 3D.
Debido al
atractivo y versatilidad estos dispositivos han calado tanto en nuestras vidas
que me cuesta imaginar cómo sería no contar con ellos. Recuerdo cuando no había
redes sociales ni Gs en la red de
telefonía móvil, y es difícil creer todo lo que ha cambiado la forma de ver un
teléfono. Antes, un móvil solo se usaba para llamar y mandar SMS. Si tenía
alguna otra función era tan simple como poder ver la hora (yo tuve uno en el
que no se podría hacer eso).
En cambio,
ahora disfrutamos de las infinitas funciones de nuestros smartphones en todo
momento. ¿Con qué nos sorprenderán los nuevos móviles? Por lo pronto, se sabe
que el iphone 6 proyecta pantalla y teclado… Y por cierto, este artículo ha
sido escrito y corregido en un smartphone (Huawei Ascend Y300). Lo subí desde
el ordenador por no perder la costumbre.
César P.
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