Se avecina una nueva ley
de seguridad ciudadana que ya ha levantado muchos gritos al cielo porque se ha
interpretado como un recorte de las libertades a la hora de manifestarse o
congregarse para protestar de alguna forma. Sin embargo, el ministro Fernández,
manifiesta que estas interpretaciones son erróneas y que, más bien, se intenta
aumentar la libertad de los manifestantes. ¿Es esta la verdad o nos están
intentando vender la moto una vez más?
En primer lugar, no creo
que tantas personas fuesen a manifestar su descontento con esta futura ley si
no se nos intentase vender gato por liebre. No se me ocurren muchas formas de
aumentar la libertad de manifestación que hay actualmente, si no fuese por dar
libertad completa, lo cual resultaría desproporcionado. Por ello, dudo mucho de
las palabras del ministro que aseguran que la libertad va a aumentar con la
nueva ley.
Además, las declaraciones
son similares a las que hemos visto en otras ocasiones antes de que se haga una
modificación que, en casi todos los casos, ha supuesto algún tipo de
restricción. Esto ya de por sí deja mucho que desear porque no solo no se nos
dice la verdad sino que, además, se intenta marear la perdiz para salir del
paso. Por lo pronto, ha habido protestas en contra de esta nueva ley por el
rechazo que ha causado. Hace poco, ha habido una manifestación alrededor del
Congresos en la capital y todo en gran medida porque se nos intenta restringir
uno de los pocos derechos que aún nos quedan.
¿Vamos a dejar que el Gobierno
nos censure como le resulte más conveniente? Considero que si no se hace algo a
estas alturas, vamos a acabar mal, y mucho. Si se nos quitan derechos
secuencialmente, o se restringen de forma adecuada para el Gobierno, dentro de
poco será ilegal protestar y hasta tendrá serias repercusiones. Esperemos que
los que están al mando recapaciten pues esta no es la forma de actuar para
sacarnos del bache.
Tenemos que trabajar
juntos para salir de la crisis y reducir la capacidad a manifestarse de las
personas no es ninguna solución. ¿Acaso acallando a la gente la situación
económica va a mejorar de pronto? Para nada. Es más, la situación puede
tensarse aún más cuando las personas se den cuenta de que no se les permite
manifestarse a voluntad. La idea de que solo se permitan las protestas que
tengan permiso me resulta una broma a la inteligencia de los ciudadanos.
Ni el Gobierno ni nadie
pueden dictar sobre un derecho tan básico de los trabajadores. Esta futura ley
no parece traer nada bueno, si no sufre algunas importantes modificaciones. Esperemos
que el Gobierno tenga en cuenta el descontento de tantas personas y lleve a
cabo los ajustes pertinentes. Para colmo de males, en estos momentos – ni en
ningún otro - no nos ayuda en absoluto sufrir recortes en nuestros derechos.
César P.
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