15 de diciembre de 2013

La controvertida ley de seguridad del ministro Fernández

Se avecina una nueva ley de seguridad ciudadana que ya ha levantado muchos gritos al cielo porque se ha interpretado como un recorte de las libertades a la hora de manifestarse o congregarse para protestar de alguna forma. Sin embargo, el ministro Fernández, manifiesta que estas interpretaciones son erróneas y que, más bien, se intenta aumentar la libertad de los manifestantes. ¿Es esta la verdad o nos están intentando vender la moto una vez más?

En primer lugar, no creo que tantas personas fuesen a manifestar su descontento con esta futura ley si no se nos intentase vender gato por liebre. No se me ocurren muchas formas de aumentar la libertad de manifestación que hay actualmente, si no fuese por dar libertad completa, lo cual resultaría desproporcionado. Por ello, dudo mucho de las palabras del ministro que aseguran que la libertad va a aumentar con la nueva ley.

Además, las declaraciones son similares a las que hemos visto en otras ocasiones antes de que se haga una modificación que, en casi todos los casos, ha supuesto algún tipo de restricción. Esto ya de por sí deja mucho que desear porque no solo no se nos dice la verdad sino que, además, se intenta marear la perdiz para salir del paso. Por lo pronto, ha habido protestas en contra de esta nueva ley por el rechazo que ha causado. Hace poco, ha habido una manifestación alrededor del Congresos en la capital y todo en gran medida porque se nos intenta restringir uno de los pocos derechos que aún nos quedan.

¿Vamos a dejar que el Gobierno nos censure como le resulte más conveniente? Considero que si no se hace algo a estas alturas, vamos a acabar mal, y mucho. Si se nos quitan derechos secuencialmente, o se restringen de forma adecuada para el Gobierno, dentro de poco será ilegal protestar y hasta tendrá serias repercusiones. Esperemos que los que están al mando recapaciten pues esta no es la forma de actuar para sacarnos del bache.

Tenemos que trabajar juntos para salir de la crisis y reducir la capacidad a manifestarse de las personas no es ninguna solución. ¿Acaso acallando a la gente la situación económica va a mejorar de pronto? Para nada. Es más, la situación puede tensarse aún más cuando las personas se den cuenta de que no se les permite manifestarse a voluntad. La idea de que solo se permitan las protestas que tengan permiso me resulta una broma a la inteligencia de los ciudadanos.


Ni el Gobierno ni nadie pueden dictar sobre un derecho tan básico de los trabajadores. Esta futura ley no parece traer nada bueno, si no sufre algunas importantes modificaciones. Esperemos que el Gobierno tenga en cuenta el descontento de tantas personas y lleve a cabo los ajustes pertinentes. Para colmo de males, en estos momentos – ni en ningún otro - no nos ayuda en absoluto sufrir recortes en nuestros derechos.

César P.

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