Esta petición, que en
otras circunstancias no procedería, es una respuesta
interna que se ha desarrollado en mí recientemente y con cierta
repetitividad. Como ya he mencionado con anterioridad, aunque no me importa
repetirlo con ánimo de exponer mejor mis pensamientos, a día de hoy me
encuentro en tierras germanas donde la nieve es algo habitual en invierno.
Oh, casualidad, me dicen
que estamos en la estación más fría del año. Pero aquí ni hace frío ni cae
nieve, salvo un día o dos… ¿qué está
pasando?
Es difícil sacar una
conclusión, y menos que ésta sea concluyente de alguna forma, basándonos tan
solo en lo que vemos. Pero me temo que lo que sea que esté pasando no es nada
bueno. La evidencia que tengo, ya sea por experiencia propia o por comentarios
de conocidos míos, es que en Madrid
hace más frío este año, en Múnich no
nieva como debería y en Lima hace un
calor atroz. Tanto así que hay gran riesgo de melanoma este verano, o en esta
época, en la capital peruana.
Sé que esta no es mucha
evidencia pero creo que – y sin ánimo de dar lecciones a nadie – el que 3
ciudades distintas sufran climas notablemente distintos a lo habitual puede
indicar algo. Estoy convencido de que podemos sacar conclusiones parecidas de
muchas otras ciudades en todo el mundo. Es más, creo que hace poco – si no
estoy equivocado – llegó a nevar tras un siglo en Egipto. Admito, como no podría ser de otra forma, que puede
tratarse de un año un tanto raro en todo el mundo, pero tal vez se pueda sacar
más de todo esto.
Ah, no nos olvidemos de
las temperaturas extremadamente bajo cero que se han registrado en muchos lugares
de EEUU y que han dado lugar a
situaciones muy sorprendentes como el congelamiento instantáneo de una camiseta
o el de una botella de agua. Estos fenómenos están subidos en Youtube y muchos
otros sitios. He llegado a ver cómo un joven usaba una camiseta congelada de
trineo sobre el hielo, recién congelada.
Creo que todos estos
fenómenos atmosféricos y climas un tanto anómalos pueden ser un indicador. ¿De qué? No es fácil saberlo, pero el
problema es justamente no saber de qué
se trata. Es posible que nuestro planeta nos esté mandando señales de
alarman antes de que un cambio de mayor escala tenga lugar. Tiene sentido
pensar que cambios notables pero localizados – en cierta forma – se dejarían
ver en distintos lugares de la Tierra antes de un cambio mayor del clima.
Y esto nos interesa a todos.
No hay nadie que salga ganando si el clima de nuestro planeta, de nuestro hogar,
cambia. Y da igual que lo haga en 100 años, en 200, o en 1000. El cambio del
clima, llamadlo calentamiento global o efecto invernadero, en la medida que sea
puede desencadenar efectos que ni
siquiera podemos imaginar en los ecosistemas y en las especies de todo el
mundo. Y esto nos puede arruinar como especie. Aunque sobrevivamos – que lo haremos
– el mundo como lo conocemos actualmente dejaría paso a uno más duro, más
hostil y menos apacible.
César P.
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