11 de febrero de 2014

Quién grabó a la infanta

La noticia del día ayer fue, sin duda, el vídeo que alguien realizó de la infanta mientras ella declaraba en el juzgado. Según parece, pese a los exhaustivos controles de seguridad, alguien pudo infiltrar una cámara oculta y grabar parte de la de declaración de la infanta Cristina. Actualmente, se investiga quién pudo ser el trasgresor de las normas, ya que quedaba terminantemente prohibido tener aparatos electrónicos en dicha sala.

El aspecto legal

Las leyes en este país protegen la privacidad de todas las personas, por lo que no se permite la grabación sin consentimiento ni sin una orden. Sin embargo, la tecnología va un paso más allá en este aspecto, pues hoy en día hay una gran cantidad de cámaras que pueden pasar desapercibidas. Se camuflan dentro de objetos de uso cotidiano, como gafas, relojes, etc. Es decir, cualquier objeto puede, potencialmente, albergar una cámara dentro.

Por lo tanto, cualquier evento, reunión o situación puede ser grabada por medio de estos gadgets. Ni siquiera sospecharíamos sobre dicha grabación aunque se realizase bajo nuestras propias narices. Aprovechando uno de estos recursos, alguien consiguió infiltrar una cámara oculta a pesar de que todos los presentes en la sala del juzgado de Mallorca habían sido cacheados antes de entrar.

¿Bueno o malo?

Considero que si se puede infiltrar una cámara de este estilo en un sitio con seguridad, es posible llevarla a cualquier lugar sin que nadie sospeche. Solo el ojo de un profesional en seguridad podría detectar una cámara oculta tras una exhaustiva revisión. El resto de las personas, nos encontramos un tanto vulnerables respecto a estas posibilidades de la tecnología.

Además, el precio de uno de estos dispositivos en miniatura no es nada desorbitado. Aunque resulten objetos caros, casi cualquiera con el interés suficiente podría permitirse una cámara oculta por 300 € o 500 €. Como indicaba un profesional de la famosa tienda del espía ayer en la televisión, son los particulares quienes compran mayoritariamente este tipo de dispositivos para realizar sus propias investigaciones.

Lo que nos permite la tecnología tiene su lado positivo y, también, un lado oscuro. Siempre puede caer en las manos equivocadas o ser usada sin miramientos vulnerando la privacidad de las personas sin que ellas lo sepan. Esto nos deja en una situación de indefensión que antes no existía y ahora es un hecho. Cualquier persona puede grabarte en vídeo y hacer con ese contenido lo que le apetezca.


Y no olvidemos la regla de oro de la Internet: una vez llega el vídeo a la Red, se queda en la Red. La mejor defensa ante esta situación es no darle a nadie un motivo para que nos grabe.

César P.

No hay comentarios :

Publicar un comentario