31 de enero de 2015

Sí, podremos


El triunfo de la izquierda radical en Grecia, Syriza, ha impulsado al nuevo color político mayoritario en este país, que no es otro que Podemos. Hoy mismo, ha habido una manifestación de los simpatizantes de este partido a modo de reivindicación de que un cambio político es necesario actualmente. No han perdido tiempo en salir a las calles para celebrar que en algún lugar del continente, es decir, en Grecia, el cambio ya es una realidad. Además, afirman que el cambio es posible en España, que aquí también podremos.

No creo que ningún extremo sea bueno, ya sea derecha o izquierda. Siempre que un grupo radical llega al poder, las cosas se van un poco de las manos. ¿Es posible que Grecia mejore bajo el gobierno actual? Obviamente, sí. Otra cosa es lo que vaya a pasar en los próximos meses y no hay forma de saberlo con certeza hasta ver cómo se van desarrollando las cosas. Hay quienes vaticinan una escisión de Europa del país heleno, que irá más por cuenta propia para remontar su situación económica tan lamentable.

Tampoco entraré en pronósticos por dos motivos, el primero, porque no soy ningún experto en política y el segundo, y tal vez más relevante, cualquier pronóstico puede fallar completamente. Antes que eso, prefiero comentar lo que la victoria de Syriza puede suponer para este y otros países. Mientras dure el subidón, los de izquierdas reivindicarán en todas partes que este es el momento de un cambio mientras atraen a más y más electores con bonitos slogans. Eso ya está sucediendo en España, donde ya de por sí Podemos viene estando fuerte desde hace meses.

Algo positivo de que haya emergido una fuerza política adicional es que ahora PPSOE tiene que ponerse las pilas. Y ya pueden hacerlo bien para recuperar los votos que han perdido en los últimos meses, todas aquellas personas descontentas que ya no se fían de las promesas de Rajoy ni de Gomez. No se les puede culpar, el último gobierno del PSOE contribuyó a la ruina económica y el gobierno actual del PP afirma que ya no hay crisis, aunque la realidad sea otra. Por no mencionar el sinfín de tramas de corrupción que mancha a ambos partidos, sobre todo al PP recientemente.

Así las cosas, no es de sorprender que Podemos triunfe como la Coca Cola. Si bien no creo que lleguen a hacerse con el poder, estarán allí dando guerra, es el panorama más realista que podemos imaginar a día de hoy. La competencia entre partidos fuerza a que unos y otros se esfuercen más, les obliga a ser más competitivos. Un cambio viene siendo necesario desde hace años pero dudo mucho que incentivar la división sea buena idea. Sin embargo, no hay mal que por bien no venga, así que la aparición de esta tercera fuerza política relevante es, al fin y al cabo, algo positivo. Algún día podremos salir de la que nos ha caído.

César P.

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