25 de marzo de 2015

La tragedia de los Alpes franceses


Hemos vuelto a ser golpeados por una tragedia aérea justo antes de empezar la semana santa. Esta vez, unos jóvenes han sido las víctimas más destacadas pero también han muerto miembros de la tripulación que iba a bordo. Es como si el avión se hubiese desintegrado contra la montaña con la que se estrelló. Ahora algunos pegarán el grito al cielo y dirán que volar es inseguro pero la realidad es que a pesar de todas las medidas de seguridad a veces las cosas, simplemente, salen mal.

Lo más complicado de este accidente son las labores de “rescate” y recuperación de los restos del avión y humanos, ya que se encuentra en un lugar prácticamente inaccesible al que solo se llega por aire. Esto dificulta en gran medida los trabajos de investigación a pesar de que hay cientos de expertos en el terreno tratando de desvelar lo que falló en este vuelo. Por ahora no queda descartada ninguna posibilidad, podría ser un fallo humano o mecánico, o tal vez ambas cosas. Nunca se sabe.

Lo que es cierto es que los aviones se estrellan de vez en cuando y esto es un factor que no se puede eliminar por mucho que se desee. Incluso incrementando las medidas de seguridad más allá de lo realista seguiría habiendo un riesgo en cada vuelo. Pero bueno, así es la vida, siempre igual de injusto cuando se lleva a unos jóvenes que volvían a sus casas después de un intercambio internacional. Jóvenes cuyas vidas han quedado truncadas sin tener culpa de nada, al igual que le pasó a un matrimonio español en el atentado terrorista de hace unos días en el museo Bardo de Túnez.

La vida siempre será injusta, más vale que nos hagamos a la idea y lo aceptemos. No mola, pero es lo que hay. El deseo de justicia es el capricho humano de ir contra la naturaleza misma. A veces se van quienes menos lo merecen y, otras veces, los que se lo buscan. Pretendo quitarle hierro a la tragedia pero no le quito importancia alguna. Tras cada uno de estos accidentes aéreos, siempre hay una serie de medidas que se implementan para evitar que se repita algo similar.

Podemos decir que aprendemos de los errores, aunque a veces no los cometa nadie. Algo bueno sale de todo este asunto y es que todos volaremos un poco más seguros en el futuro.

César P.  

No hay comentarios :

Publicar un comentario