22 de abril de 2016

El cruento ataque de los yihadistas a la universidad de Garissa: 147 muertos y 80 heridos

A menudo las noticias que vemos no son las que deberían saltar a las portadas de los diarios. Sin embargo, todo lo que pasa en África se pierde por debajo del ruido mediático de cualquier trivialidad que salva a todas las portadas en nuestro país. Esto es una situación habitual que se repite año tras año. Tal vez esta noticia ocupase 30 segundos o menos en algún telediario, tal vez alguna cadena hiciese eco de este suceso. Personalmente, no recuerdo haberlo visto en su momento.

Pero sí recuerdo haber escuchado hasta el aburrimiento los dimes y diretes de quienes deben formar Gobierno en España sin llegar a nada. Que si se han dicho esto o lo otro, que si no llegan a ningún acuerdo, un rollo que no contribuye a nada positivo. Las habladurías de los políticos o las bobadas de los personajes de la farándula, todo eso contamina mi pantalla sin que pueda evitarlo. Es como un bombardeo de mierda teledirigido contra todos los que estamos expuestos al boom mediático.

Porque ya no vivimos desconectados, hay tanto flujo de información que paradójicamente ahora es complicado comunicar ciertas cosas. Por desgracia, es lo que sucede con las desgracias que ocurren en otros países, en particular los del Tercer Mundo. Lo que pasa cerca, en este país o como mucho dentro de la UE, llega a los medios con facilidad por ósmosis pero no es así con lo de fuera. Es como si viviésemos en una esfera mediática que tiene un radio limitado. Solo algunas noticias – las más morbosas – atraviesan la semipermeable membrana de esta esfera.

Así, es relativamente fácil perderse mucho de lo que no nos toca directamente. Pero este mundo ya no es tan grande como antes, nuestras comunicaciones – en particular la Internet – han reducido la escala de nuestro planeta a una pantalla desde la cual podemos ver lo que pasa en casi cualquier parte con apenas minutos de retraso en algunas circunstancias e independientemente de que suceda en las mismísimas antípodas. No hay restricciones siempre que alguien registre una foto o un vídeo en su móvil y lo suba a la Internet, incluso un comentario vale aunque hoy en día una imagen vale mucho más que mil palabras.


Por eso, la imagen de los 147 estudiantes de Garissa yaciendo inertes en el suelo perdurará en mi mente una temporada.

César P.

No hay comentarios :

Publicar un comentario