En la Europa
de los 80, la mujer que dominaba la esfera política era Margaret Thatcher. Fue
la primera ministra Británica durante más de 10 años e impuso su visión
política y económica: austeridad, flexibilizar el mercado laboral y privatizar
empresas públicas. Hoy en día la nueva “mujer de hierro” sería Angela Merkel,
la primera ministra alemana.
Habría que
destacar una importante diferencia entre ambas mujeres. Mientras que las
decisiones de Thatcher afectaban solo al territorio Británico, las de Merkel
recorren Europa como la pólvora.
Su
ideario político y económico se ve impuesto en la Unión Europea, debido a la
fuerza económica con la que cuenta Alemania, al ser junto a Francia, uno de los
motores económicos de Europa. ¿Pero esto le da derecho a decir como se debe de
regir el resto de países?
La
mayoría de los bancos y cajas europeos han sido investigados y catalogados
según su estado, mientras que gracias a un acuerdo garantizado por Merkel, las
cajas alemanas han evitado dicho estudio.
Alemania
ya ha llevado a cabo una reforma importante de las pensiones, que ahora después
de un tiempo de aplicación, se está poniendo en duda. Ya que muchos jubilados
alemanes se ven en la obligación de trabajar en un minijob para poder hacer
frente a las facturas de fin de mes. Esto de los minijobs también fue una idea
de Alemania, pequeños trabajos, mal remunerados que está creando una división
de clases todavía mayor.
Muchos
acuerdos que deberían ser tomados a día de hoy en la Unión Europea con un importante
cambio de rumbo: invertir en lugar de recortar. Están siendo pospuestos o
denegados (más política de recorte) ya que las elecciones alemanas serán el
próximo otoño y Merkel no quiere cambiar su tipo de política ante la próxima
campaña electoral.
Es
triste que toda una comunidad económica, que una gran cantidad de países
dependa de la decisión que le convenga a solo uno de ellos, por mucho motor
económico que sea. Las decisiones deberían tomarse por el bienestar del
conjunto, no de uno solo.
Merkel
se ha convertido en la nueva Dama de Hierro y pasará a la historia como la
primera ministra alemana que hizo primar ante todo la austeridad, aunque
estuviera abocando con ello a miles de personas hacia la pobreza.
-Wormy-
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