Ante los últimos acontecimientos que afectan de forma
directa al partido que preside el gobierno y que se puede considerar como una
crisis grave, la única opción viable es que la dirección pida disculpas rápidamente,
muestre su malestar por lo ocurrido y acepte su responsabilidad.
Vivimos en la era de la transparencia, del acecho de los
medios de comunicación y de ciudadanos que hacen de periodistas, de modo que es
inútil intentar ocultar una infracción. Los objetivos son reducir la percepción
que se formen los ciudadanos de que la organización actuó con intencionalidad,
y dejar claro que no se volverá a repetir. Muchas veces la aceptación de la
responsabilidad queda inhibida por consideraciones legales; no obstante, la dirección
ha de sopesar los perjuicios a largo plazo para la imagen del gobierno frente a
los comentarios a corto plazo generados por los acontecimientos, que
evidentemente son inevitables.
La mala noticia ha de ser comunicada en su totalidad rápidamente
y, si es posible, de golpe. Ir dando la información con cuentagotas sirve para
recordar constantemente la crisis y agrava las percepciones negativas del
partido político. La transparencia es fundamental. Se han de comunicar todos
los esfuerzos que se lleven a cabo para controlar la situación, así como las
regulaciones y procedimientos que evitaran que hechos similares vuelvan a
suceder. La información que se dé ha de ser clara, comprensible y libre de
jergas.
En casos como éste, de crisis grave, el portavoz del gobierno
y el presidente han de intervenir actuando con total transparencia. La comunicación
de la crisis tiene que ayudar a los ciudadanos a entender lo sucedido y debe
dejar claro que la dirección trabaja sin descanso para evitar que hechos de
este tipo vuelvan a producirse. Si la información se comunica de forma convincente,
es posible que, una vez resuelta la crisis, las actitudes de los ciudadanos
frente al gobierno hayan incluso mejorado.
Aunque las palabras de disculpa son necesarias puede que no
sean suficientes. Quizás también sea necesaria alguna medida correctiva. Al fin
y al cabo a la población le influye lo que diga el gobierno. No obstante, les
influye aún más lo que hace el gobierno y si cumple su palabra. En las crisis
graves es esencial dar a los ciudadanos explicaciones claras y compresibles
sobre lo que ha sucedido.
Ante hechos de tal gravedad cualquier responsable político europeo
ya habría dado la cara y las explicaciones oportunas; Porqué en España somos
tan distintos?
Lady Blu
No hay comentarios :
Publicar un comentario