Los últimos tiempos que estamos
viviendo ponen de manifiesto que los fantasmas recorren Europa. Son varios los países
de la Unión los que están viendo como movimientos que se llaman anti políticos
se están asentando con fuerza en sus territorios. Nuestra vecina Italia cuenta
con el partido Cinco Estrellas que ha llevado al límite a la vida política en
las últimas semanas y han necesitado mucha paciencia, energía y creatividad
para poder formar un gobierno más o menos estable. En el Reino Unido apareció hace
algunos años el UKIP, con teorías antieuropeas se ha convertido en la tercera
fuerza política, en Grecia tienen a
Amanecer Dorado, en Francia el partido de Le Pen, en Holanda Geert Wilders… y así
hasta una lista interminable.
Cada uno de estos fenómenos son
distintos y obedecen a causas distintas pero siempre hay un factor común entre
todos: el descontento de la población.
Tenemos a la vuelta de la esquina
las elecciones al Parlamento Europeo y cabe la posibilidad de que muchos de
ellos acaben con representación en el parlamento de Estrasburgo. La mayoría de
los partidos políticos no quieren darle más importancia a estos movimientos ya
que tienen en mente que todo se debe a los malos tiempos que estamos viviendo.
Viven con la ilusión de que Europa va a volver a crecer y que todos estos
movimientos están condenados al fracaso. Pero si nada volviera a ser como
antes, es probable que estos partidos políticos desbancaran a los partidos
tradicionales y la amenaza del populismo que convirtiera en una realidad más
que fehaciente.
En España no ha aparecido todavía
una formación o movimiento que tenga la idea de representar a los ciudadanos en
el parlamento pero… Lo que está claro es que la mayoría de los españoles ha
perdido la confianza en los dos partidos políticos mayoritarios, ambos se encuentran
en mínimos históricos y estos votos no van en su totalidad a los partidos
minoritarios ya que hay una tendencia cada vez mayor a la abstención. Este
panorama nos lleva a suponer que más pronto que tarde tendremos nuestro Bepe
Grillo español y es una irresponsabilidad por parte de las grandes fuerzas políticas
no tener en cuenta los ánimos de enfado y enojo que domina la opinión pública.
Aunque tanto el PP como el PSOE
no lo confiesan, es una realidad que el pánico se está apoderando de ellos
porque aunque la representatividad la dan las urnas lo que está claro es que
los movimientos populares están condicionando la vida pública. En cualquier país
democrático la participación ciudadana se pone de manifiesto de muchas formas y
puede estar dispuesta a recoger las necesidades de la ciudadanía dando
soluciones que no dan los partidos políticos.
En definitiva, nuestro consejo
para los grandes partidos es que no se hagan los locos y que tengan presente el
cansancio de la gente ante la “partitocracia” y que lo peor que pueden hacer es no cerrarse a la nueva realidad española: LOS MOVIMIENTOS SOCIALES.
Lady Blu
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