19 de julio de 2013

Algunas cifras hablan de perros peligrosos en Madrid

A pesar de todo el mal que algunas personas hacen a los miembros más domésticos de la familia de los canes el perro sigue siendo el mejor amigo del hombre. Me refiero a los abandonos y maltratos de perros que a menudo se realizan en este país y en cualquier otro.

En algunos países, el trato hacia los perros es completamente distinto: en China son parte del menú habitual. Pero no vayamos tan lejos. En la Comunidad de Madrid un informe reciente indica que el número de perros peligrosos ha aumentado considerablemente en los últimos años.

¿Perros peligrosos? Creía que los perros eran el mejor amigo del hombre, ¿cómo es posible esto?

Como diría César Millán, también conocido como el encantador de perros en la televisión, no es culpa de los perros sino de los humanos. Siempre. Entonces, ¿qué es esto de que hay más perros peligrosos?

Las cifras indican que entre 2006 y 2012 el número de perros inscritos en la CAM considerados por ley como potencialmente peligrosos ha aumentado en un 72 %. Sin embargo, la cantidad de perros que forman este colectivo es de tan solo el 1% o menos en la Comunidad.

Es decir, si bien hay más perros peligrosos estos siguen siendo muy pocos en comparación al total de perros (unos 600 000) de la Comunidad. En otras palabras, la probabilidad de salir a la calle y encontrarse un perro peligroso es casi nula en Madrid.

Puntualizo este hecho porque encontré hace poco un artículo en un periódico cuyo título solo indicaba que el número de perros peligrosos se ha duplicado en la CAM, lo cual puede parecer alarmante completamente sin necesidad. Otro asunto es por qué estos perros se consideran como peligrosos.

Creo que todos vemos a simple vista el peligro potencial que un perro de la raza pitbull puede suponer para un dueño que no sepa educarlo o para los niños, pues la fuerza que tiene un animal de dicha raza es difícil de controlar incluso para entrenadores profesionales.

Pero el asunto no se limita a la raza del perro, la educación y el adiestramiento – si es que lo hay – juegan un papel fundamental para prevenir ataques a personas. Como diría César Millán, hay perros que están desquiciados por culpa de las personas.

Mucha gente considera que sabrá criar a un perro automáticamente desde el momento en el que lo compre. No puede haber una mentira más traicionera. Por desgracia, muchas personas caen en la misma falacia con respecto de sus hijos. Sobra decir los problemas que una mala educación de la descendencia puede conllevar…

Volviendo a lo que nos atañe, los perros, ¿son éstos realmente peligrosos? La respuesta no es ni sí ni no. Es más bien, SI están mal educados y no están adiestrados mejor huye. En caso contrario, no hay riesgo para nadie.

En ocasiones, me he cruzado por la calle con algún pitbull (y su rezagado dueño por detrás). Si el perro fuese a atacarme el dueño no tendría ni una mínima oportunidad de hacer nada al respecto. Sin embargo, si ese fuese el caso yo tampoco habría estado allí para ser atacado.

La clave de evitar los ataques – siempre evitables – de perros potencialmente peligrosos está en ver cuando una situación puede ser, justamente, peligrosa. Evaluar estas situaciones puede llevar experiencia y nunca, NUNCA, debemos actuar con miedo.

Si vemos que el perro no es amistoso, media vuelta y adiós. En caso contrario, ¿por qué no darle una caricia a ese pequeño gran pitbull que viene a saludarte con la lengua fuera? Yo siempre lo hago, él también lo haría.


Y ante todo, sentido común. Si algo diferencia a los perros de las personas es que los primeros siempre avisan antes de atacar. Por eso, deberíamos tener más cuidado con la gente al salir a la calle…

César P.

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