20 de julio de 2013

Las olas de calor llegan todos los veranos tarde o temprano, es algo a lo que estamos acostumbrados en España y que es como las rebajas: cosa de todos los años. A diferencia de las rebajas, anunciadas este año por Ana Simón (las del Corte Inglés), las olas de calor vienen cuando vienen y no en fechas conocidas de antemano.

La mayoría de las veces se trata de una bolsa de aire caliente subsahariano que viaja a través de las tierras norteafricanas y sobre el estrecho para calentar la Península Ibérica. Otras veces el origen es distinto, pero venga de donde venga este aire caliente el efecto es el mismo: aquí sufrimos las consecuencias.

Así las cosas, en las noticias ya han informado de algunos pobres desafortunados que no han podido soportar las altas temperaturas en España. Por suerte, no ha habido muchas víctimas mortales, lo mismo no se puede decir de los que han acabado en urgencias por choques de calor.

Afortunadamente, los días con altas temperaturas – más altas de lo normal – han pasado pronto y ahora volvemos un poco a algo más normal. Incluso parece que refresca a mediodía en comparación a ese gran bochorno infernal de hace aproximadamente una semana y media…

Sin embargo, sabemos muy bien que las olas de calor se parecen a las rebajas en algo más: siempre vuelven. Lo que no sabemos es cuando pero lo que si debemos hacer es prevenir. No tomar precauciones puede terminar muy mal para algunos, especialmente en edades de riesgo (los colectivos de niños y ancianos).

Recordemos que lo más importante es no exponerse por mucho tiempo al sol cuando hay una ola de calor. Este es un consejo que viene bien en verano en general. Aquellos frikis de salir a correr a las 3 pm mejor que sepan lo que hacen no vaya ser que acaben con una insolación por ir – además – descamisados.

En la sombra se está a salvo, y más en interiores. Y aún más si están climatizados. Pero cuidado con salir a la calle de golpe con el cuerpo adaptado al frescor del aire acondicionado, puede ser muy malo. Finalmente, un truco muy bueno para que el calor no nos pase factura es beber agua.

Parece una tontería y muchas veces no se lleva la cuenta. Entre 1.5 L y 3L al día cuando hace tanto calor. Es decir, deberíamos de beber unos 2 L al día, más o menos. No es necesario hacer deporte para beber agua. Nuestro cuerpo pierde mucho líquido por transpiración cuando el calor arremete con fuerza, recuperemos el líquido perdido bebiendo agua periódicamente.


Con estos tres consejos podremos evitar acabar en urgencias o reducir mucho las probabilidades. Es mejor disfrutar del verano que acabar muy quemado. 

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