27 de febrero de 2014

Quedarse dormido, ¿bueno o nefasto?

Hablando con un amigo de un amigo el otro día, salió el tema de quedarse dormido. Todos hemos experimentado esa situación alguna vez. Todos. Puede que nos hayamos perdido ese programa de televisión que queríamos ver, o no hayamos ido a ese examen para el que habíamos estudiado tanto, etc. En el caos del amigo de mi amigo, él no pudo dar unas clases de lengua inglesa por este desafortunado e involuntario imprevisto.

Por mucho que queramos hacer algo a cierta hora de la mañana, nuestro cerebro a veces se niega. Escuché atentamente el relato sobre cómo poner unas 8 alarmas en el móvil no bastó para estar de pie a la hora adecuada, pues inconscientemente el móvil acabó apagado o silenciado. Es decir, ni todas las alarmas que podamos poner parecen hacer frente a este hecho de la vida: quedarse dormido.

Consejos

Sin embargo, no todo está perdido en la batalla contra el sueño. Hay algunas cosas que podemos hacer para prevenir – si ya hemos sido víctimas de un sueño demasiado profundo – que se vuelva a repetir esta situación.

1.       Coloca la alarma en donde no puedas alcanzarla desde la cama. La mesilla es mal sitio porque “entre sueños” y de un manotazo podrías apagar el móvil o reloj despertador en cuestión.

2.       Usa varias alarmas. Todos los móviles de tipo smartphone te permiten configurar más de una alarma con antelación, para cada día de la semana, etc.

3.       Levántate a la misma hora “preventiva” todos los días. Digamos que tus actividades empiezan a veces a las 10 am y otros días a las 11 am. Si te levantas antes de las 10 am todos los días, como norma, será más difícil quedarse dormido.

Y si todo lo anterior falla rotundamente, al menos nos queda el consuelo de que quedarse dormido es algo “involuntario”. Y ya puestos, tal día podremos desayunar con más calma de lo normal y disfrutar de un momento de esparcimiento merecido aunque no programado.


Cada uno debe encontrar los trucos para no pasarse de la hora entre las sábanas. Hay quien necesita un rato para salir de la cama desde que se despierta. En cambio, otras personas son como muelles, según abren los ojos rebotan fuera de la cama. Nadie mejor que tú mismo para llegar – o aspirar – a conocer cómo estar listo a la hora necesaria por las mañanas.

César P.

No hay comentarios :

Publicar un comentario