En España hay
mucha gente cabreada desde hace años, y tienen un sinfín de motivos
para estarlo. Desde que empezó el declive económico que llamamos
crisis las cosas han ido de mal en peor. Sí, es posible que ya no se
destruya empleo como antes o que se vean ciertas mejoras en diversos
aspectos. Es innegable que ya no se cae sin freno al fondo del
barranco pero de ahí a estar “bien”, hay un largo trecho. Aún
es difícil conseguir un trabajo, y más todavía un trabajo bueno en
la mayoría de los sectores.
Hay quien acepta
lo que caiga, ya que no se puede decir que no. Se acepta lo que hay y
se tira pa' lante, como se dice. Los despidos exprés siguen a la
orden del día, la precariedad laboral está muy presente, se cotizan
menos horas de las que se trabajan, etc. Estando así las cosas, no
suena realista que el presidente de esta nación salga diciendo en
los medios que la crisis ya es historia. Si la realidad que se vive
en todas partes no es crisis, ¿qué es? ¿Gusto por la precariedad?
¡Venga ya! En
este país tener un contrato indefinido es casi tan improbable como
ganar el Gordo. Puede que dentro de poco lo segundo sea más fácil
que lo primero, y ya es triste que se puede a llegar a pensar en tal
posibilidad. Más triste es ver anuncios que nos actualizan la
información sobre la pobreza infantil en España, acabo de ver uno
que afirma que uno de cada tres niños será víctima de la pobreza.
Acto seguido, solicitaba colaboración con las becas comedor.
Esta es, Sr.
Rajoy, la situación actual del país que gobierna. A pesar de ello,
Ud. afirma que la crisis es historia. Pues bien, ambos hechos son
incompatibles. Luego, alguien miente. Quiero pensar que quienes
elaboran un anuncio sobre la pobreza infantil usan datos acertados.
Pero, ¿es posible que el presidente no esté diciendo la verdad? Tal
vez el realmente crea que lo que dice es cierto.
Resulta
preocupante pensar que quien dirige el país no usa información
actualizada sobre asuntos tan importantes. No me extraña que haya
tanta gente cabreada ahora mismo, hay demasiados motivos para estar
indignado, como la corrupción en política, la interminable recesión
económica, la subida de impuestos y algún que otro motivo más. La
gente está tan enfadada con los políticos que son propensos a
dejarse llevar por una respuesta emocional, son propensos a creer en
alguien que afirma que Podemos.
Que los de
izquierda lo hayan hecho mal y que los de derecha casi peor no es
motivo suficiente para creer en promesas no respaldadas por hechos.
Tampoco es justificación suficiente como para asirse a un clavo
ardiente. Ni para negar el hecho de que las promesas por muy bellas
que puedan ser si no se pueden cumplir, sirven tanto como soñar
despierto. Sí, podemos salir de la recesión y también podemos
mejorar este país. Podemos cambiar.
César P.
No hay comentarios :
Publicar un comentario