10 de marzo de 2015

17 millones, papá, 17 millones


El anuncio del premio extra del día del padre de la ONCE me ha hecho gracia este año, ya que presenta hijos e hijas con sendos padres que les echan la bronca al más puro estilo paternal preguntando cuántas veces te habré dicho... para lo cual la respuesta es unánime en cada caso: 17 millones, papá, 17 millones (la cuantía del premio este año) ante la cara de estupefacción de los padres por la enorme cantidad de la cifra. Sin embargo, el gesto se corrige de inmediato cuando se dan cuenta de que se trata del premio de este año.

Tiene su puntillo de gracia, manteniendo un estilo simple y cercano. Hay que reconocer que este año han hecho un buen trabajo quienes hayan diseñado estos spots publicitarios. Dan ganas de comprar lotería y dejar que tu padre te suelte la bronca con tal de responderle que 17 millones (de veces) aludiendo al premio. Supongo que eso es justo lo que buscan quienes están detrás de esta publicidad.

Resulta interesante pensar en lo hondo que calan algunos anuncios, después de todo, ¿quién no suelta alguna frase de anuncio de vez en cuándo? Como eso de decir tengo el pelo Pantene o soltar un ¡Yoigo! cuando suena esa melodía, etc. Algunos de ellos duran años en nuestra mente y afloran cada vez que se repite una ocasión determinada para hacer la gracia, ¿recordáis ese afro del 11811? Cada vez que veo pasar a alguien con un afro por el estilo recuerdo ese mítico anuncio. Sí, desde luego hay anuncios que no se van en mucho tiempo...

En realidad, eso es lo que pretenden los publicistas que se lo curran para que el anuncio pegue. En esta ocasión, el del premio extra de la ONCE ha tirado por conmover mostrando el lado más paternal de un hombre, ese señor que se preocupa por nosotros preguntando cuántas veces nos habrá recordado esto o lo otro. Ese padre que está allí para cuidar por el bienestar de la familia, que se lo deja todo para que no falte nada, ese padre es el que se merece nuestro cariño.

Puede que no nos llevemos del todo bien con nuestros padres en todo momento pero hay que reconocer que, al menos la mayoría, están allí cuando pasa algo y no nos dejan tirados. También hay casos patológicos de padres que habrían perdido todos los puntos si hubiese un carnet para ser padre. Es más, de haberlo, a más de uno no se lo renovarían. Pero padre solo hay uno y es el que nos toca, porque como dice el anuncio, el premio es casi más grande que el amor de un padre.

César P.

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