Siempre escuchamos eso de que saber inglés es muy importante
por una infinidad de motivos. Sin embargo, muchas personas en este país pasan
del tema incluso teniendo la oportunidad de aprender el idioma anglosajón desde
la comodidad de casa. Hoy en día, a través de la internet podemos apuntarnos a
cursos de idiomas – y casi de cualquier cosa que alguien quiera enseñar- muchos
de los cuales son gratuitos. ¿Sigue habiendo excusa?
Lo que sucede es que sí, aprender un idioma es difícil pero
no, si no se hace el esfuerzo no aprenderemos a hablar en inglés por arte de
magia, algún tipo de ósmosis o ciencia infusa. Hay que currárselo para que se
haga realidad, eso es un hecho. Como todo lo que vale la pena en la vida,
dominar un idioma es una ardua tarea que requiere dedicación y paciencia, ya
que no sucede de la noche a la mañana.
Todo esto es bien sabido pero aun así mucha gente se queja
de que el inglés es muy difícil y acaban tirando la toalla. ¿Dónde queda la
perseverancia? Y eso que el inglés es uno de los idiomas más sencillos de
aprender así como el más familiar para casi todos, ya sea por influencia de
películas, series o simplemente porque está en todas partes. Ni hablemos de
idiomas endiabladamente complicados como el alemán, chino y una infame lista de
lenguas que requieren una disciplina de vida para que un hispanohablante llegue
a controlarlas a un alto nivel.
Aprender un idioma es una empresa complicada pero tiene
varios dividendos. Ya no me refiero tan solo a comunicarte con las personas
cuando viajes por el mundo sino que, además, tienen acceso a todo el contenido
que esté elaborado en dicho idioma así como un importante punto adicional en el
currículum. Para la mayoría de los trabajos, con saber un poco de inglés vale
de sobra pero hay algunos que requieren que los candidatos hablen varias
lenguas a un buen nivel.
Tras todo esto hay muchas horas de dedicación. Por varios
motivos, España es uno de esos países en los que encontrar a alguien que hable
inglés por la calle resulta complicado. Es una consecuencia de un sistema
educativo que no enseña ningún idioma bien como norma general pero también
demuestra el escaso interés que tienen las personas para continuar,
complementar y actualizar su formación personal.
Los adultos tiran la toalla a partir de cierta edad,
aprender es cosa de jóvenes, dicen. ¿Excusas baratas para abrazar la vagancia? ¿O
es que de verdad somos así de mediocres? Recordemos que es lo que llevamos
dentro del cráneo lo que nos convierte en la especie dominante, ¿por qué nos
cuesta tanto poner la maquinaria a trabajar, entonces? El mundo en el que
vivimos ya no se limita a las fronteras de nuestra nación, está globalizado.
Para salir de esas fronteras no hace falta moverse, existe la internet y su
idioma principal es el inglés.
¿Vamos a encerrarnos en nuestra casa bajo una manta porque
nos da miedo aprender otro idioma?
César P.
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