Hay especies que están
más en el otro barrio que en éste. Es el caso del rinoceronte negro, en peligro
severo de extinción. Según algunas fuentes, sin embargo, esta especie no está
tan en la mierda, solo tiene algo de vulnerabilidad. Pero claro, según algunas
fuentes hay más tipos de rinocerontes negros, no hay consenso en las
subespecies. Este tipo de rinoceronte ha desaparecido de Mozambique por la caza
furtiva y está a punto de correr la misma suerte en los hábitats que le quedan.
Es una lástima que haya
tantas personas que viven en pobreza que no pueden preocuparse de cuidar la
biodiversidad. Pensadlo por un momento, estás en África, hay un montón de
animales salvajes por allí sueltos que hacen su vida y no tienes dinero para
sobrevivir. ¿Qué haces? Sales a cazar algunas bestias con tus amigos, pegas
unos pocos tiros con un rifle y coges lo que tiene más valor del animal que
hayas abatido. Acto seguido, se lo vendes por una mierda de precio al caudillo
de turno y vuelves a hacerlo día tras día.
¿Las consecuencias? Los
animales se extinguen porque obviamente no pueden reproducirse al mismo ritmo
al que son abatidos por estos señores hambrientos. Lo más repulsivo es que
muchas veces, la mayoría, el cuerpo del animal no se aprovecha en absoluto,
solo se busca la piel o un cuerno. ¡¿Matan a un elefante o a un rinoceronte por
un maldito cuerno?! – ponemos el grito al cielo desde Occidente pero somos un
poco hipócritas, ¿no?
Esos africanos – o furtivos
de cualquier parte del mundo – no cazarían si no se diesen estas condiciones en
sus vidas: 1. Que tienen hambre y pocas salidas a su situación. 2. Que hay
gente (gringos o quien sea) que compra esas piezas por un dineral porque “es un
adorno bonito”. 3. Que a quienes les debería importar acabar con esas
actividades les da absolutamente igual todo. ¿Vemos el panorama ahora?
Sí, ponemos el grito en
el cielo porque son unos salvajes pero no pensamos en por qué lo son ni en por
qué está haciendo eso. Os daré una pista, no es porque se aburran en sus casas
y digan: “Ey, ¿a qué sería guay ir a matar un rinoceronte?” O, por lo menos,
casi nadie lo hace por eso. Quienes creen que mola matar a un animal pegándole
un tiro suelen ser los turistas que buscan emociones que no tienen en sus
países.
Mientras no se haga algo
realmente efectivo, es decir, se solucione la situación de pobreza en estos
lugares, las especies seguirán desapareciendo. Si tanto nos importa, acabemos
con la pobreza de una maldita vez. Pero, por favor, si vas a quejarte de que
los animales no tiene la culpa – que obviamente no la tienen – piensa en quién
es el mayor responsable: ¿el cazador o el comprador?
César P.
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