La graduación llega después de años

Cuando explico a alguien por qué me gradúo un par de años después de lo que corresponde, suelo decir que me tomé un par de años sabáticos – por aquel entonces sin ser consciente de ello. Es una forma compacta de decir que en mi vida pasaron muchas cosas que no me dejaron centrarme en los estudios o, más bien, de resumir que yo pasé de la carrera por diversos motivos alrededor de dos años. C’est la vie, como dicen los franceses, es algo que surgió por el camino y de lo que aprendí mucho.

¿Lo volvería a hacer? No. Haría muchas cosas de otra forma pero claro, ahora que ya sé el resultado de todas mis acciones pasadas es tarde para rehacer nada. Solo puedo seguir hacia adelante y ayer llevé a cabo la última presentación de mi grado, la defensa de mi TFG. Aún no sé el resultado pero me queda ser optimista, he estado preparando el trabajo de fin de grado durante meses y aunque no he puesto todo lo que podría, considero que el resultado ha sido aceptable. He tenido la oportunidad de hacer un TFG mejor del que he presentado pero bueno, no me ha dado por el perfeccionismo. En el sprint final, me ha vuelto a atacar esa desmotivación que me embargó cuando empecé la carrera. No sé, la universidad no es lo que me esperaba en absoluto, tenía muy idealizado el paso siguiente al instituto y por eso me llevé un chasco a la hora de comenzar mis aventuras universitarias. 

También conocí a muchas personas importantes para mi vida, aunque casi todas están ya en el pasado. Mi época de estudiante de licenciatura, y después de grado, ha sido especial y variopinta. Sin duda, es algo que siempre recordaré a pesar de todo lo que no ha salido como me habría gustado. Da igual. Es una época que no se repetirá exactamente de la misma forma nunca más, lo próximo es esperar a apuntarme a un Master en un año, aproximadamente. Hasta entonces, solo visitaré la universidad ocasionalmente para algún trámite o para dar alguna clase.

¿Qué es lo que he aprendido? Creo que el grado en Ciencias Físicas me ha enseñado, sobre todo, a apreciar cuánto desconocemos del Universo en el que vivimos, que es, por suerte y desgracia, mucho. Digo por suerte, porque nos queda tanto por estudiar que resulta fascinante la noticia de cualquier nuevo descubrimiento que nos acerque a otra gran respuesta. Y digo por desgracia porque no podemos saber lo que las generaciones conocerán y darán por sentado.

Solo espero que quienes están por venir aprecien más nuestros esfuerzos en el buen camino que los fallos que estamos cometiendo, que son también muchos. Espero que no nos vean como los salvajes que parecemos sino como a niños dando sus primeros pasos, que es lo que no podemos dejar de ser ahora mismo. Para todo lo demás, siempre seguiremos buscando la verdad allí fuera.

César P.