6 de junio de 2015

Próximamente: ir sobre cuatro ruedas

La aventura que tengo por vida últimamente me está llevando a hacer cosas que nunca antes habría imaginado. Estoy tomando decisiones atrevidas y he empezado a tomar riesgos meditando siempre las posibles consecuencias. Hasta ahora, nada me ha salido mal, he conseguido seguir avanzando. Pues bien, esta vez subo la apuesta: voy a pillar un coche que es una pasada a un precio tan bueno que no me atreví a intentar regatear. Me parece una ganga con todos los extras que trae y la meticulosidad con la que el anterior dueño ha cuidado al vehículo.

Si todo va bien, este lunes empezaré a desplazarme en coche tras años sin conducir, ¿seré capaz? Espero no llevarme nada por delante, algo que ni siquiera cuando daba clases prácticas llegó a pasar. Eso sí, tengo que retomar eso de hacer los stops aunque nadie estará esta vez dándome la lata con que cuente, mire y avance. Voy por libre. Con tal de no liarla, estaré en buenas condiciones. El reto será llegar hasta donde quiero ir, ya que nunca he usado GPS, siempre me han dicho por dónde ir. En cierta forma, es lo mismo, ¿no?

No sé si fiarme de un viejo Ton-ton o tirar con el móvil, eso lo decidiré sobre la marcha. Por lo demás, mejor que vaya con tiempo para hacer mis recorridos, ya que estoy un poco verde con lo de conducir y aparcar. Tendré que pillarle aún la medida al coche, que al ser pequeño me lo pone fácil. Nunca he sido de pisarle mucho pero hay que admitir que la sensación de ir a 120 km/h en carretera nos mola a todos. Es una sensación que solo se puede describir diciendo like a boss.


En principio, me hago con un vehículo porque en mi trabajo siempre estoy yendo de un sitio a otro y el transporte público es un rollo y más en fin de semana. Un coche me dará más autonomía en mis desplazamientos y la tranquilidad de llegar a tiempo, otro factor a tener en cuenta. Me pone de los nervios encadenar desplazamientos largos y estar siempre con la tensión de si podré llegar aproximadamente a la hora, cinco o diez minutos tarde. A veces el metro se rompe y me toca a mí justificarme. Lo único que me la puede liar ahora es pillar atascos, no iban a ser todo ventajas, ¿no?

César P.

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