20 de octubre de 2015

El rescatador de libros

Si hubiese un premio al Diógenes de los libros, deberían dármelo a mí. Bueno, no se me va tanto de las manos pero sí que aprovecho todas las oportunidades que tengo para hacerme con libros sin hacerle asco a - casi - ninguna temática. Considero que se suele aprender algo de cada lectura que tenga suficiente “chicha”. En otras palabras, a menudo se aprende algo de cada libro que lees de cabo a rabo. A veces me regalan alguno pero tampoco es raro que me encuentre algún libro abandonado o, como a veces pienso, que alguno me encuentra a mí.

Así es como me hice con un ejemplar de “La Fumación”, de Ignacio Cisneros Gómez, hace ya varios años. Lo tuve a buen recaudo en mi habitación durante mucho tiempo hasta que me puse a leerlo, es solo un librillo de nada pero resulta un punto de vista interesante de un fumador que finalmente tuvo que optar por vivir, dejó el tabaco cuando los médicos le dieron un ultimátum. Por mi parte, mi único vicio habitual es el ordenador. Por lo pronto, solo me habrá causado un aumento en unas pocas décimas de mis dioptrías. De ahí a acabar conmigo aún hay un gran paso. Creo que estoy a salvo en este asunto pero no hay que abusar de las malas costumbres.

Hace solo un par de días me encontré un ejemplar de “Mujeres al borde de la leyenda” de un escritor que desconocía, José Ferrater Mora. Apenas he leído un par de páginas pero sé que será una lectura amena que me aportará no solo horas de entretenimiento sino también la calidad de escritura que aporta a mi propia creación. Aprenderé algo ojeando las páginas de este librillo viejo que huele a antigüedad y malos cuidados pero cuyas páginas aún se leen perfectamente.


Puede que suene excesivamente optimista pero creo que siempre se aprende algo de todo cuanto pasa en la vida. Con los libros, salvo algunos casos contados, la lección está garantizada. Cualquier aporte al bagaje cultural me parece positivo, luego, simplemente leo cuanto se cruza por delante de mí. Intento mantener un grupo amplio de temas entre mis lecturas e incluso intento practicar otros idiomas pero esto ya es más complicado de hacer regularmente. Aunque llevo retraso en mi reto 50 (libros) en 52 (semanas), he retomado la lectura con tanta asiduidad que lo estoy disfrutando mucho. Debo haber completado 5 libros en cosa de dos semanas, aunque no eran de filosofía como requiere mi reto personal...Ups.

César P.

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