8 de noviembre de 2015

El sí de los perros

Hablando con algunos de mis alumnos es como me doy cuenta de cómo andan las nuevas generaciones. Qué viejo me siento haciendo comparativas así, por cierto. En fin, la conclusión obvia era que no les interesa estudiar a muchos jóvenes. La menos obvia, y esto resulta patético por su parte, es que no valen ni para salir de fiesta. Sí, como lo leéis. Ni para salir de fiesta valen algunos.

Un chaval me ha contado que si sale de fiesta con sus amigos tiene que tener el día siguiente libre porque es incapaz de hacer nada. Vaya tela. Al principio, pensé que estaba de broma pero pronto me di cuenta de que iba completamente en serio. O sea, ya no se trata solo de levantarse tarde o de tener la típica resaca casual que se adquiere cuando sales las primeras veces. Ya ni eso, ahora hay que tener un día de descanso a los 18 años de edad recién cumplidos para volver a ser persona.

Desde luego, el mundo se va a la ruina si con esa edad no puedes salir a petarlo y levantarte al día siguiente como si nada. Yo flipo con lo gandules que son algunos y la vagancia vital que arrastran. El año pasado mismamente salí una noche y al día siguiente fui a trabajar a primera hora. No sé si dormí menos de 4 horas si llegó. El asunto no fue divertido, no lo pasé bien, pero fui y lo hice. Y a otra cosa. ¿Qué es eso de estar un día apagado después de salir un poco? Vale, no digo que haya que salir a correr 8 horas para quemar todas las calorías del cuerpo pero tampoco hace falta hacer de alfombrilla, ¿no?


Entiendo que para algunos sea más complicado recuperarse al día siguiente de una fiesta pero tampoco me parece que sea tan difícil. Lo que pasa con algunas personas es que tienen mucho cuento y no hacen nada nunca. Ergo, tampoco valen para salir de fiesta. Y esto ya es preocupante, a este paso España también suspenderá en desfase y sino al tiempo. Lo que faltaba, los chinos también se volverán los amos de la noche. Desbancarán a la nación de la siesta y la fiesta como si nada, ya veréis. Los asiáticos lo hacen todo a otro nivel que un occidental solo puede llegar a admirar pero nunca igualar, ¿no lo sabíais?

César P.

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