28 de noviembre de 2015

Ocho apellidos catalanes

Anoche fui a ver la famosa secuela de la aún más famosa película española que está en todos los medios. Pues bien, mis primeras sensaciones eran escépticas sobre la segunda parte – cuya existencia ni siquiera conocía hasta hace un par de semanas cuando se volvió viral en los medios. No me esperaba más de la trama aunque ahora que lo pienso no me extraña que hayan tirado más del argumento para hacer realidad esta película. Luego, ¿qué vendrá? ¿Apellidos aún más vascos?

Bueno, no sé si habrá más de esta historia rocambolesca por la península histérica, digo, ibérica pero lo que sí sé es que la segunda parte casi me gustó más que la primera en algunos aspectos. Vale que haya tenido sus momentos coñazo pero me parece que lo hicieron a posta para que luego disfrutases más de las risas. En general, creo que se han portado y pasas un buen rato con la película.

Eso sí, no le busques demasiada lógica a la historia porque es la que es y dando gracias que se sostiene. Sin ánimo de hacer spoiler a nadie, no voy a comentar la historia en sí sino algunos tópicos que salen en las dos películas. Como eso de la bastez de los vascos, que tienen dos cullons para todo lo que hacen. El caso es que hacen mucho hincapié en lo que hacen los vascos y a mi parecer son los que quedan mejor en la historia. Como siempre, los andaluces son vagos y graciosos mientras que los catalanes son agarrados y... pues eso, catalanes.

También se meten con los nacionalismos y creo yo que hacen bien. La verdad es que estas ideas independentistas han calado mucho en la cultura española, tanto así que a cada región se la reconoce con algún movimiento de este estilo, salvo tal vez las dos Castillas que serán siempre el núcleo español. Por medio de las bromas es como se cuentan las mejores verdades y como se hace manifiesto de la realidad que vive una nación.


Ahora mismo, con la coña del referéndum de las narices no sé a qué se aspira pero en la película hacen buena mención de ello, también de coña. Ah, que algunos se lo toman en serio, ups... Bueno, que resulta un poco triste pensar en la división del país por culpa de cuatro políticos oportunistas. Creo que mejor nos reímos antes que llorar por esta realidad tan endeble e inestable. Película recomendada.

César P. 

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