4 de enero de 2016

Resolver los problemas de otros para resolver los míos


Cuando tomé la decisión de estudiar física no pensaba en el dinero. Si bien podría perseguir un puesto cómodo como profesor de universidad, a largo plazo, no termina de llamarme del todo. Es cómodo y tentador, después de todo, quién no quiere ser doctor en física... ¿verdad? Pero ahora mismo veo tantas posibilidades delante de mí, solo debo enfocarme en alguna para atraparla. Es cuestión de perseguir mis sueños, crear algo nuevo y aprender nuevas habilidades.

Se trata de crecer porque el crecimiento es vida. Ahora mismo, he conseguido una colaboración con una página que ofrece soluciones para ejercicios de física y demás ciencias. La calidad de las soluciones se aprecia, los conocimientos se pagan. Lo único que debo hacer es dedicarle tiempo a resolver problemas, subirlos, explicarlos y ya está. Resulta interesante, nunca esperé un giro así en mi camino de físico por la vida. La mayoría de los problemas de física que aparecen en un libro introductorio de esta ciencia para estudiante de primeros años son poca cosa después de tantos años de experiencia.

Es más, resultan interesantes porque el libro que me han asignado ya tienen muchos problemas resueltos. Me queda por afrontar aquellos que nadie más quiere resolver ya sea por ser más difíciles o porque son largos. Aún así, pocas cosas son más interminables que un problema de relatividad general fuera de simetría esférica, ya me entendéis. Tengo planeado ponerme a resolver problemillas de estos en los próximos días para sacarme un extra para la cuesta de enero. Según las opiniones, el sistema es legítimo y funciona decentemente.

La paga no es mucha pero si no tienes nada mejor que hacer, pues bueno. Además, frikear por frikear de siempre mola y normalmente la gente lo hace gratis. Es algo personal. Cuando te encuentras un problema peleón y lo trabajas hasta resolverlo. Cuando consigues domar la tempestad de la física, cuando entiendes la realidad de este Universo un poco mejor, mola. Tu ego crece un poco y es reconfortante. En realidad, incluso cuando te equivocas acabas aprendiendo algo interesante.

El otro día, por ejemplo, había un ejercicio académico de lo más estúpido que requería dibujar una función con ciertas condiciones y solo se me ocurrió algo trivial. La segunda respuesta de otro usuario fue interesante y acabé aprendiendo algo de un ejercicio de nada. Fascinante. Aprender más sobre el mundo en el que vivimos, sobre la galaxia y el universo es lo mejor del lado físico de la fuerza.

César P.  

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