Pase lo que pase con este profesional del volante, siempre
tendrá que cargar con este suceso. El terrible accidente de un bus que llevaba
a jóvenes de Valencia a Barcelona después de visitar las Fallas nos ha dejado
perplejos desde que salió en los medios.
Según la información que circula actualmente, este señor no
había descansado bien y se “durmió” al volante. Resulta increíble pensar que
alguien pueda ser tan irresponsable poniendo en juego a tantas personas que no
tienen culpa alguna. Es un trabajo que requiere responsabilidad el de conductor
de autobuses. No hay derecho a que por una irresponsabilidad evitable
mueran jóvenes que sólo querían pasarlo bien.
Espero que se esclarezca pronto todo cuanto ha sucedido, las
causas y motivos de este trágico incidente. Por ahora, hay un solo responsable
y en caso de no haber otro espero que el peso de la ley recaiga en este sujeto.
Es una vergüenza que cosas así aún sucedan y debe actuarse ejemplarmente en
estos casos.
Yo he viajado en situaciones parecidas y a la vuelta de un
viaje así la mayor parte de los pasajeros esta descansando. Puede que varios de
esos jóvenes estuviesen medio dormido cuando tuvo lugar el accidente del cual
ya no despertaron. ¿Quién se imagina un final así para un viaje recreativo?
¿Quién espera que el conductor dé un volantazo que acabe en un choque y vuelvo
del bus?
Nadie se espera algo así, parece irreal pensar en un desenlace
tan fatídico. Por lo tanto, espero que se aclare todo el asunto muy rápido,
nada de largas ni de historias. Exigimos saber la verdad y lo queremos ya
mismo. No resulta agradable pensar en este tipo de asuntos pero queda claro que
este accidente no tiene justificación.
Tampoco lo tienen otros muchos percances que han tenido lugar
estos días. ¿Tanta prisa tenemos que acabamos cometiendo irresponsabilidades al
volante? Todas las semanas santas ocurre lo mismo, tanto en la entrada como en
la salida hay muchos que no llegan a sus destinos. Pues vale ya, los coches no
son de formula 1 ni van en un circuito, vale ya de hacer el gañán por las
carreteras. Lo peor de todo esto es que no te llevas a uno solo por delante en
la mayoría de los casos. En la carretera máxima responsabilidad señores, no hay
excusas que valgan al volante.
César P.
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