No suelo hablar de películas pero considero que algunas – muy
pocas de las que se ven actualmente en cartelera – merecen ser recomendadas.
Estamos acostumbrados a ver cada vez más taquillazos que parecen estar hechos
con plantilla: una historia en la que se salva la humanidad de algún mal,
terrestre o alienígena, acompañado de infinitos efectos especiales que hacen parecer
a la película algo mejor de lo que en realidad es.
Una buena película, en cambio, necesita esta cantidad de
efectos especiales: 0. Por lo general, los efectos suelen estar en todas las películas
en alguna medida pero he llegado a una conclusión, después de años de seguir la
cartelera como buen cinéfilo, y es la siguiente: la calidad de las películas actuales es inversamente proporcional a la
cantidad de efectos especiales de la misma.
Según esta regla, una película como la que protagonizó Will
Smith con Jaden Smith (su hijo) hace ya años, En busca de la felicidad, que relata la historia de un padre que
debe buscarse la vida para salir adelante con su hijo es de muy buena calidad.
No creo que se usen efectos en dicha película, en absoluto. Por otra parte,
este año se ha estrenado una película con estos mismos protagonistas que no
puede recibir la misma crítica.
En efecto, After Earth
o Después de la Tierra, es una
película futurista que narra cómo padre e hijo tienen que sobrevivir en una
Tierra abandonada por las personas hace cientos de años. Además, tienen que
matar a un alien que quiere
devorarlos. Estas dos películas son un buen ejemplo de cómo dos actores pueden
hacer una obra de gran calidad o justo lo contrario. After Earth ha recibido
malas críticas a pesar de haberse invertido mucho dinero en su producción y ser
la primera película rodada parcialmente en alta resolución Sony 4K.
De poco sirven los efectos si la historia y los actores no
dan la talla. En esta línea, una película no muy conocida que protagoniza Kevin
Spacey es K-Pax. Este film cuenta la
historia de un visitante extraterrestre que toda prestado el cuerpo de un
hombre discapacitado durante su estancia en la Tierra. De entrada, sorprende
que una historia que implica a un extraterrestre carezca de efectos pero esta
película nos demuestra que ambos conceptos no están reñidos.
Si mal no recuerdo, esta película solo tiene unos pocos
efectos que consisten más en juego de luces y de cámaras que otra cosa. La
calidad de la historia la convierte en un largometraje para recomendar. Tienen
más importancia las relaciones entre los personajes que los mencionados
efectos.
En esta película hay una frase que me hizo meditar mucho, a
cuento de que en el mundo del visitante no había necesidad de ley: todos los seres de este mundo son capaces de
discernir lo bueno de lo malo… Luego, su comportamiento es una elección
entre ambas opciones. En el mundo del visitante todos elegían voluntariamente
actuar por el bien común, mientras que en nuestro planeta hay necesidad de
policía, ejército y otras instituciones para mantener el orden.
Esto me hizo pensar que todas las personas saben lo que es
bueno y lo que no. Aquellos que hacen el mal o buscan su propio beneficio a
cualquier precio deciden conscientemente actuar con maldad. ¿Por qué hay tantas
personas que optan por este camino si podríamos vivir todos en paz?
César P.
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