Me he despertado
después de una jornada dura y por un instante mi cuerpo parecía
exento de molestias. La alegría no me ha durado mucho. Al empezar a
moverme, los dolores han reaparecido por todas partes. Desde hace
semanas, siento que algo en mi espalda se ha roto un poco más y
empiezo a temer por mi bienestar. Siento una corriente que me recorre
desde la nuca hasta la zona lumbar izquierda. Es como una línea de
dolor que se manifiesta a poco de empezar mis actividades diarias.
¿Será una
versión más malévola de mi contractura?
No lo sé, pero
creo que me vendría bien averiguarlo. Estoy considerando recurrir a
un fisio para tratarme otro poco. El año pasado ya probé un poco
esta solución pero lo descontinué. Pensé que podría curarme por
mi cuenta pero ese no ha sido el caso y ahora temo estar empeorando
lentamente. Haber trabajado largo y tendido durante el último año
ha mellado mi condición física seriamente. A pesar de que aún
camino mucho y no tengo problemas con ello, creo que debería
dedicarle más tiempo a mi entrenamiento físico.
Es más, debería
retomarlo de una buena vez. Quiero volver a nadar de nuevo, me
vendría genial para la espalda y me gusta mucho. También me vendría
muy bien ejercitar el resto del cuerpo, ya que hace tiempo que no
hago deporte. Estoy en otro de esos momentos de flacidez general y no
puede ser.
He entrenado mi
mente más de lo que yo mismo esperaba pero he descuidado mi cuerpo
estos últimos años. Por este motivo, va siendo hora de solucionar
este asunto. Creo que voy a empezar a correr y tal vez hasta me
apunto a un gimnasio cerca de casa. Tengo bici pero no la uso. Me
falta tiempo pero ahora en verano lo tengo algo más fácil para
organizarme. Con algo de suerte y mucha dedicación, tal vez pueda
aprovechar las horas muertas para ejercitarme un poco. Corpore sano
in mens sana, como reza el viejo proverbio.
Ahora mismo, y
desde hace años, he descuidado mi físico porque siempre he sido más
de leer, estudiar y escribir. También me gusta mucho jugar al
ordenador, ver series y películas. Estos hábitos nada tienen que
ver con mover el cuerpo y menos con ejercitarlo en manera alguna.
Todo esto, claramente, pasa factura. Pero bueno, también es cierto
que no todo está en mi contra. Siempre se me dio bien hacer deporte,
cuando lo hacía – claro está. Creo que retomando los viejos
hábitos podré recobrar parte de mis habilidades.
Qué mejor momento
del año que el verano para emprender este proyecto, ¿no? ¡Empieza
oficialmente la operación fitness!
César P.
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