Hace ya dos años del comienzo del actual conflicto sirio y
queda claro que habrá más de una generación de jóvenes en dicho país cuyo
futuro estará perdido completamente. Se habla de las generaciones perdidas de
Siria como consecuencia de los conflictos que siguen teniendo lugar en el país
africano.
En marzo de 2011 empezaron las revueltas contra el régimen
de Bachar Al Assad en Siria. Poco después tuvo lugar la guerra de Libia y acto
seguido, en una cadena de revueltas, las salidas del poder de los mandatarios
Zine el Abidine Ben Alí y Hosni Mubarak.
Se estima en más de 70.000 las víctimas de los conflictos en
Siria y actualmente no hay un alto al fuego en este país. A menudo las noticias
que nos llegan de la situación de Siria solo versan sobre los aspectos
militares y los atentados que tienen lugar en el país. Pero no se habla de las
consecuencias que la guerra tiene en su población ni de la falta de apoyo internacional
para resolver esta crisis.
Siria ha pasado a ser otro Oriente Medio en nuestras
televisiones. Nos llegan ecos de los bombardeos y ataques, de las víctimas y de
la destrucción pero ¿qué es lo que se hace por ayudar a estas personas? ¿Cuándo
inocentes – niños sobre todo – deben de morir antes de que la comunidad
internacional mueva un dedo para parar los incesantes ataques en Siria?
A medida que esta situación se mantiene en el tiempo cada
vez más jóvenes sirios verán sus futuros completamente mermados por la guerra.
A día de hoy, cerca de 1.840.000 niños están directamente afectados por los
conflictos. Más de 800.000 menores están en condición de refugiados, según
Unicef.
Lo peor de esta guerra son los estragos que causa en los
menores. Lo más pequeños son los más afectados, pues la guerra no permite que se
desarrollen en su infancia. Los niños no
pueden ser niños en Siria, actualmente. Lo que vemos son masacres que matan
a adultos y niños por igual, lo que no vemos es que los niños afectados por la
guerra sufren una situación de múltiples carencias y traumas que les afectarán
para el resto de sus vidas.
Muy pocas veces la prensa es capaz de contrastar lo que
ocurre en el interior de Siria. Hay adolescentes obligados a pelear en la
guerra con los rebeldes, se han visto fotografías de jóvenes con un Kalashnikov
en la mano. Esta situación se asemeja a la de los peores conflictos de África o
a la que se vive desde hace décadas en Oriente Medio.
A pesar de la denuncia de varias instituciones de que hay niños soldado en estos conflictos de
Siria nada se ha hecho al respecto. Los servicios públicos y las instalaciones
necesarias para la población se destruyen de forma sistemática como consecuencia
de los conflictos. Entre los datos con los que se cuenta se conoce que una de
cada cinco escuelas sirias ha sido destruida, dañada o convertida en centro
para familias sin hogar.
Es más, algunas también son empleadas como centros de
torturas. Esto dificulta el acceso a la educación y convierte a los más
pequeños en testigos directos de un conflicto bélico que les deja absolutamente
traumatizados.
Lo peor de esto no es solo que la educación de los niños
sirios queda vejada totalmente sino que los pequeños están expuestos a todos
los horrores de la guerra. Estos niños crecerán siendo testigos de atrocidades
que serán estigmas para toda la vida.
Los niños son maltratados y presencias los ataques de las
facciones de este conflicto. Nadie se libra de las torturas, los ataques ni de
cualquier otra desgracia que conlleva la guerra. No estoy seguro de si lo más
alarmante es todo lo que sufren estos jóvenes sirios o que nadie fuera de Siria
haga algo al respecto.
Según lo que se sabe de este conflicto no tiene ninguna
pinta de que vaya a terminar a corto plazo. Más bien, parece que esto va para
largo. Lo cual es de lo más preocupante pues hablamos de generaciones de
jóvenes que sufren y seguirán sufriendo los estragos de la guerra. Guerra que a
ellos no les concierne en absoluto ni de la que son responsables.
Los jóvenes iniciaron las revueltas con miras a un futuro
mejor en su país. Lo que vemos hoy en día es que la situación se ha ido de las
manos y se tiene un conflicto en todo el territorio de Siria.
No cerremos los ojos antes la tragedia que vive Siria.
César P.
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