8 de junio de 2013

Locura desmedida de un falso shaolín

España es un país de locos. Muchos no pondrán en duda esta afirmación. Solo hay que pensar en las reformas educativas, las laborales, las subidas del IVA tan intempestivas como la marea, los nacionalismos que piden las escisión del estado español en algo similar a lo que fue la península ibérica antes de la llegada de los musulmanes, los descontrolados robos y escándalos de políticos, etc, etc, etc.


Así no hay quien confíe en los españoles, pues recordemos que las noticias – como cualquier historia que se precie – siempre se estiran y exageran cuando salen al exterior. Por ello, desde hace años, en algunos países vecinos campa la idea de que en España se vive en una especie de indigencia generalizada. Por si esto fuese poco, en ocasiones aparece un loco de los de atar, encerrar con llave y, acto seguido, tirarla al fondo del mar.

El sujeto tras la careta de monje shaolín, cuyo nombre es Juan Carlos Aguilar, para escarnio de sus tocayos, ha mostrado una faceta más oscura que la que ya se conocía desde hace años. Actualmente, se encuentra en manos de las autoridades tras haber sido descubiertos restos de una joven prostituta en su domicilio y haber dejado a otra en coma.

Se le investiga por dos homicidios, tras la muerte de la segunda joven. Este sujeto propinó una enorme paliza a las dos prostitutas hasta casi matar a las dos, lo que acabaría pasando horas después, por desgracia. Aguilar, tras años de polémica conducta pública sobre el kung-fu en España, al parecer, ha perdido los pocos cabales que le quedaban cometiendo estos actos de agresión con sus propias manos.

Este sujeto es conocido en España por protagonizar incontables vídeos e incluso aparecer en televisión proclamando ser un maestro shaolín. Sin embargo, todas las federaciones de artes marciales de este país han declarado no reconocer a Aguilar como federado, ni que lo haya sido nunca, ni admitir que posea ningún título en artes marciales.

Tras su estancia en China hace años Aguilar defendió ser el referente en kung fu de España, a pesar de no ostentar ningún título del país asiático. Los expertos en artes marciales dicen que no es excelente, como él defendía, solo un saltimbanqui más que posee técnica pero no disciplina. Muestra de ello ha sido su comportamiento conflictivo, prepotente y arrogante.

Algún engranaje de la mente de Aguilar debió de desencajar recientemente y, a causa de ello, de buenas a primeras decidió apalear con sus puños a un par de prostitutas. El gremio de meretrices es víctima de agresiones de forma frecuente, siendo uno de los gajes del oficio, pero una paliza brutal es otra cosa. No es lo mismo sufrir una agresión ocasional que ser víctima de una paliza que cause la muerte o deje en coma a la agredida.

Para esto último hace falta ensañamiento. Esto de lo que, por desgracia, no careció Aguilar cuando se cruzó con estas dos prostitutas de Bilbao. Esperemos que este sujeto no tenga más para golpear que las paredes y las rejas de su celda durante varios años. Este es otro caso con el cual la justicia española puede resarcirse de tantas blanduzcas penas impuestas en el pasado a los criminales más peligrosos de este país. 

César P.

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