En esta entrada, me propongo
ilustrar en tan solo unas líneas lo que es un sistema. A menudo, nos referimos al Estado o al país, o a algo que
creemos saber lo que es, como el
Sistema. Pero, ¿es esto acertado o solo es una expresión de uso común?
Desde mi punto de vista, es uno de los ejemplos más claros – y fácilmente
entendibles - de lo que es un sistema.
Pensemos por un momento en sus características. Es una invención de las personas,
sirve para vivir en sociedad, tiene
mecanismos internos que interactúan, etc.
Todas las cualidades anteriores son las que caracterizan – o definen – a un sistema. Pero vayamos por orden, pues
hay que dejar claras la idea. En primer lugar, un sistema puede ser creado por
el hombre completamente o ser una invención que usamos para estudiar algo en nuestro mundo. Los sistemas que vemos en la naturaleza,
como el sistema nervioso o el sistema central de montañas, no han sido hechos
por las personas pero sí definidos con motivo de un mejor entendimiento.
Esto nos lleva a la idea
de posición de un sistema, es decir,
dónde se encuentra dentro de un sistema más grande que lo contiene. Y esto, a
su vez, nos da una noción de lo que es la jerarquía: hay sistemas que albergan
otros. La Unión Europea es un
sistema, político-económico-social, que alberga otros sistemas, llamados
subsistemas, a saber, cada país miembro. Pero qué es un sistema, demos una
definición de trabajo:
Un sistema es un conjunto de elementos que se
relacionan e interactúan entre sí dando lugar a propiedades emergentes. Hay una
entrada de información, materia o energía y una salida. Además, hay una
relación entre lo que influye al sistema, lo que sucede dentro del mismo y lo
que el sistema produce.
Creo que es una de las
definiciones más generales. Ahora pensamos en el Sistema que existe en España. El conjunto de personas que viven
en este país necesitan - según parece –
un marco que los “guíe” por el camino en su convivencia. Hay leyes, normas,
protocolos, clichés, ideas estúpidas, miedo al qué dirán los demás si no haces
lo mismo que ellos, etc… Todas estas “ideas” y “elementos” interactúan con las
personas y entre sí. Esto produce efectos
de todo tipo que afectan al resto de elementos del conjunto.
Por ejemplo, un señor se
apodera de Bankia y roba dinero a España, luego, el país entero siente la
falta de liquidez. Un elemento influye
en – prácticamente – la totalidad del sistema. Otro ejemplo,
Messi y/o Ronaldo meten un gol, todos los aficionados – respectivamente – lo celebran.
Un elemento interactúa con gran cantidad de elementos del sistema para generar
un efecto, en este caso “positivo”. Y digo “positivo” porque mientras ven el
fútbol hay quien hace de las suyas
en otra parte del sistema…
Entonces, esa frase de
los anti-sistema que dicen que están en contra de todo el Sistema y lo
boicotean, bueno, interactúan con elementos causando boicot, ¿tiene sentido? Sí y no. Las personas,
por su naturaleza, no pueden vivir sin
un sistema. Es un marco de referencia necesario para darle sentido a la
vida. ¿El sistema actual es “malo”? Lo
hemos vuelto ineficiente, un sistema no puede ser malo – pero sí ineficaz o sub-óptimo.
Son las personas quienes hacen cosas
malas.
Y, al ser una creación
del hombre, ningún sistema de gobierno ni sistema de sociedad alguna pueden ser
perfectos. Además, siempre habrá alguien
capaz de ver la forma de
aprovecharse de las debilidades del sistema. Por lo tanto, ¡no es el sistema el que está mal! Aunque
éste no sea perfecto, siempre cabe lugar a la mejora. Son las personas las que
carecen de ética, moral y principios.
No seamos tan hipócritas como para echar la culpa a algo que hemos creado – o permitido
– todos y cada uno de nosotros.
Y, en definitiva, eliminando del sistema los elementos
perniciosos, el funcionamiento sería más óptimo.
César P.
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