11 de marzo de 2014

Huelgas indefinidas en ALSA

Desde hace meses estamos acostumbrados a ver que un colectivo u otro se vaya a la huelga por un determinado periodo de tiempo. Sin embargo, en algunas ocasiones las huelgas son de carácter indefinido, es decir, no hay cuando acaben. Nunca me había tocado vivir una de estas huelgas de cerca hasta ahora, ya que hace unos días la compañía ALSA ha declarado una huelga indefinida en los servicios interurbanos en la estación de Av. de América.

Dicha huelga indefinida empezó el pasado 5 del presente y ayer por la noche me dispuse a comprobar cuál era la situación en la terminal de autobuses. El último servicio del día estaba programado a las 22.15 h así que llegué un par de minutos antes para no perder el autobús. Para mi sorpresa, ningún autobús salió de la terminal a esa hora ni en los minutos siguientes.

A medida que las dos filas se alargaban tanto que ya no cabían en el espacio entre dársenas, empecé a pensar que tal vez me tocaría esperar hasta las 23 h. Por suerte, el autobús salió a las 22.45 h, es decir, aproximadamente media hora después de la hora prevista del servicio. Estaba repleto de personas pero era el último de dicha hora, en caso de no cogerlo tocaba esperar a las 24 h.

Gran parte de las personas que iban en ese autobús eran trabajadores cuya jornada laboral terminaba ya de por sí un poco tarde y que, debido a la huelga, llegaban a sus domicilios aún después de lo previsto. Y todo esto, ¿a qué se debe? Supongo que los trabajadores de ALSA están hartos de las condiciones laborales y buscan que se les acepte un nuevo convenio laboral.

Pero hasta entonces, todos los que usábamos habitualmente estos buses tenemos dos opciones: o buscar alternativas más fiables o esperar con paciencia a que salga algún bus de la terminal. En mi caso, puedo elegir otras alternativas de transporte público aunque pierdo más tiempo pero aquellas personas que viven en Torrejón, Alcalá o San Fernando no tienen este lujo. Solo algunos de ellos pueden elegir coger la RENFE y no siempre sin evitarse una larga caminata.


Y todo esto es culpa de quienes no hayan cuidado las condiciones laborales de los conductores de autobuses de la compañía ALSA, que es una de las más grandes del sector. O sea, además de que es difícil tener un trabajo, ahora también lo es ir a éste. Cada día es más complicado ser un currante en este país.

César P.

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