Después de años, me he vuelto a cruzar con este artículo de Mariano José de Larra, escritor del cual tomo el nombre mi instituto. Me ha resultado memorable volver a leer esas líneas que antaño ignoré en gran medida. Lo más grato ha sido comprobar que he captado muchas sutilezas más que en el pasado. Tal vez como el buen vino mi cerebro se amuebla mejor con los años.
¿De qué hablaba? Ah, sí, del vuelva Ud. mañana, sí. Algo que me hizo gracia es que el amigo extranjero del autor, según la historia, era monsieur sans-délai, lit. el señor "sin-demora", qué guasón era Larra, ¿verdad? Pues eso, este señor iba a descubrir lo mucho que tardaba todo en la burocracia española.
Incluso hoy en día las cosas van más lentas que el caballo del malo rebobinando la película... ¡Mucho no ha cambiado el panorama! El señor Sans-délai somos todos los que vamos a hacer un papeleo de pascuas a ramos y acabamos sufriendo la lentitud del servicio. Ya sea en Hacienda o donde sea, pero sobre todo en Hacienda.
En la España actual donde la gente no tiene trabajo, aún hay sitio para personas que tampoco trabajan mucho en horario laboral. Pero en sus puestos siguen, pues funcionarios son; así ser la vida, ¿eh? Vuelva Ud. mañana si quiere hacer tal trámite. Vuelva Ud. mañana si quiere actualizar la cartilla, la máquina hoy no quiere. Vuelva Ud. mañana si quiere tramitar el formulario, hoy no se trabaja, y así hasta el cansancio.
Después de quince días, el señor Sans-délai ya estaba desesperado. Todo cuanto había intentado hacer en España llevaba retraso, desde comprar un frac hasta ajustar el ala de su sombrero, si es que... Y, claro, al final el autor tuvo razón, en quince meses - a ese paso - aún iba a estar el extranjero en este país. Al final, se hartó y se largó sin averiguar lo que quería.
Hoy en día, las cosas no han cambiado mucho respecto del tiempo de Larra, lo de perder el tiempo nos hace de dentro y la productividad se reciente. España, además, es uno de los países donde más se traba - en horas - en la zona euro, ya que la política de estar en el puesto de trabajo aunque sea para calentarlo así lo ordena pero donde menos se produce en comparación a otros países. ¿Casualidad o causalidad?
César P.
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