20 de julio de 2014

Cómo ponerse en forma este verano (parte I)

Durante años, al igual que muchas personas, me he enfrentado a mí mismo en la ominosa y casi imposible tarea de ponerme más en forma. Nunca he sido una persona con demasiado sobrepeso pero he de reconocer que con el paso de los años y con una vida que ha evolucionado cada vez más al sedentarismo los kilos de más se habían asentado en mi cuerpo sin contemplaciones. Sin embargo, hace poco he conseguido embarcarme en la aventura de ponerme en forma y comparto con los lectores algunas de las claves.

Fuerza de voluntad. A menudo se dice que para bajar de peso se necesita una determinación inquebrantable y que por eso muchas personas no lo consiguen. Yo creo que el asunto es mucho menos dramático que eso, creo que debes de quererlo de verdad. ¿Y cómo no ibas a querer bajar de peso de verdad y tener una figura más esbelta? ¿No es lo que quieren todas las personas hoy en día? Pues sí y no.

Me explico. Somos altamente influenciados por los medios en los cuales se presentan imágenes y vídeos de personas con un atractivo incuestionable. Por ello hay quienes desean lucir tipo como las estrellas de cine o los actores de la farándula. Pero no lo desean de verdad, solo intentan ser como los famosos. Este o cualquier motivo que no sea legítimo no es adecuado para conseguir ponerse en forma efectivamente. Algunos lo conseguirán pero no serán muchos.

La pregunta que surge de forma inmediata es ¿y cuál es, entonces, un motivo legítimo?, cuya respuesta es la siguiente: quererse a uno mismo. Puede parecer cursi o incluso una ñoñada pero es la verdad. Si uno se quiere lo suficiente a sí mismo no va a permitirse estar en un estado físico deplorable que no le permite disfrutar de la vida como podría. Sí, no todos hemos nacido para ser Usain Bolt pero tampoco es a ello a lo que aspiramos. Con estar en una forma física adecuada nos daremos más que satisfechos.

¿Se cansa cuando sube las escaleras del metro y se ve obligado a ir por las mecánicas? ¿No puede apurar el paso para coger el bus y se va en sus narices sin poder hacer nada al respecto? ¿Cuándo fue la última vez que dio un paseo por el campo de horas de duración disfrutando de la tranquilidad de caminar y de ver el paisaje?


Muchas son las ventajas de estar en forma pero uno solo el motivo legítimo para conseguirlo: el amor a uno mismo. Para alcanzar el equilibrio adecuado que podríamos llamar felicidad debemos aspirar a un estado tanto físico como mental adecuados – siempre dentro de nuestras posibilidades. Practicar alguna actividad física con regularidad y comer de forma saludable es el primer paso en este camino.

César P.

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